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Te cuento mitos
El diluvio según la mitología Araucana

por Susana C. Otero (adaptaciones e ilustración)




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El diluvio según la mitología Araucana

 

   Dicen que dicen... que Entullahueñ era una bella doncella.

   Cierta vez la joven con su majestuosa estampa fue a recoger cangrejos a la orilla del río, allí, en las orillas vivía un sátiro marino llamado Chrauco.

   Al ver a Entullahueñ con su magnífica figura, Chrauco saltó sobre ella. La muchacha se defendió como pudo hiriéndolo, entonces el monstruo dolorido llamó a su madre, la culebra Caicaivillu quien enroscó su cola en la pierna de Entullahuéñ y la inmovilizó sujetándola a una roca.

   Pasadas nueve lunas la cautiva Entullahueñ le dió a Chrauco una hija. Caicaivillu quiso unir en matrimonio a la niña con el espíritu del aire, pero Chren-Chren la serpiente buena de la montaña acudió en ayuda de la muchacha y de su hija.

   Chren-Chren, más tarde, liberó a las prisioneras, luego las condujo a su casa, pero en el camino volvió a aparecer la maligna serpiente atacando a Chren-Chren, sin embargo, ésta como pudo logro escapar sumergiéndose en el fondo de las aguas.

   Caicaivillu avisó a Pillañ, el jefe de los espíritus del aire, quien desató al trueno y convocó a los genios que le obedecían.

   Una vez reunidos trazaron un plan conviniendo ahogar a Chren-Chren  y a sus protegidas.

   Para llevar a cabo el plan, era necesario provocar una inundación de tal magnitud que los mares se elevaran hasta la cima de la montaña.

   Caicaivillu ayudada por los genios del mal comenzaron su obra de destrucción. Los animales espantados comenzaron a huir yendo a refugiarse a la cueva de Chren-Chren.

   Con el correr de los días, la tormenta no cesaba y el agua comenzaba a cubrir la entrada de la caverna.

   Con gran esfuerzo, Chren-Chren trepó más y más alto y consigo llevó a muchos de los animales. Caicaivillu no cejaba en el intento destructor provocando enormes olas queriendo inundar la cueva, morada de Chren-Chren.

   El duelo entre el bien y el mal se prolongó por días y días.

   Cuanto más subía el agua más alto trepaba Chren-Chren llevando a los animales y también lo hacia Caicaivillu para destruir a su enemiga.

   Al fin Chren-Chren llegó a la cúspide y Caicaivillu la alcanzó, las dos se trenzaron en lucha pero la serpiente buena, con un enorme coletazo logró desprender una roca enorme que al caer aplastó a Caicaivillu, matándola al instante.

   El tremendo choque hizo que el agua trepara casi, casi hasta las nubes.

   Cuando dejo de llover, reapareció el sol, las aguas bajaron y todo volvió a ser como era antes.

   Chren-Chren, la serpiente bondadosa logro salvar a la bella Entullahueñ, a su hija y a todos los animales.        

      



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