"CONTAR LAS DICHAS Y DESDICHAS DE
NUESTRA GENTE, CONTAR LA VIDA DE NUESTRO PUEBLO"
por Ricardo Luis Acebal
El enorme troesma Ramón Navarro
(cantor, compositor y músico riojano) participó del libro de Juan Cruz Guillén "Antes y Después Santiago
Ayala El Chúcaro y Norma Viola-los irrepetibles" expresando sabiamente: Don Santiago Ayala y Norma Viola fueron
maravillosos y magistrales exegetas de las historias del pueblo argentino,
narradas con el movimiento del cuerpo. La danza como proyección del alma.
Fueron poetas que hablaron el
lenguaje de los giros y las destrezas para recitar las hermosas leyendas,
costumbres y tradiciones de nuestra cultura. El baile y la puesta en escena
tenían un sentido: contar las dichas y desdichas de su gente, contar la vida de
nuestro pueblo.
Fueron verdaderos pintores de las
emociones.
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Hace largo tiempo (años) que no experimentaba la emoción de ver un
espectáculo de danzas criollas que me transmitiera "danza como proyección del
alma" como me ocurrió el pasado 4 de septiembre de 2025 al presenciar "El
último asao", puesto en "Hasta Trilce" de la Ciudad de Buenos Aires.
Con la idea y dirección de Jeremías
Vizcaino, docente del Departamento Folklore de la Universidad Nacional de
las Artes y la Asistencia de Dirección de Diego
García, lo que se disfruta en el escenario es contado aquí con palabras de
sus protagonistas:
El Último Asao: Cada despedida es también una forma de
resistencia y memoria.
Un joven siente la
necesidad de abandonar su pueblo, y esa decisión marcará un antes y un después
en la vida de su comunidad. A través de trece personajes, la obra pone en
escena la mirada de quienes se quedan, la fragilidad de las políticas
culturales y el impacto de las migraciones internas en la memoria colectiva.
El Último Asao no es solo una despedida: es el retrato de decisiones que
transforman destinos personales y colectivos para siempre.
¿Quiénes somos?
Somos artistas independientes que
traemos una obra de 50 minutos, con bailarines y músicos en escena, donde el
folklore funciona como disparador.
En un contexto complejo, el acto de juntarse a crear se vuelve una forma de ser
y estar presentes en comunidad.
Una obra que transcurre entre el pensamiento inquieto de un joven, viendo
la rutina de su pueblo.
Impulsado por
maestros que ayudaron a ver más allá.
Pensando que las políticas siempre son centralizadas
en las urbes.
Y en esta búsqueda de su
propia identidad debe atreverse a rumbear. Pero ¿qué pasa con los que quedan?
Ellos también se modifican.
Idea y dirección: JEREMIAS VIZCAINO
Asistente de dirección: Diego Garcia
La Maestra: Abril Gómez
La Madre: Ángeles Moar
El Peón: Bautista Krenn
Hilario: Cristian Barral
El Linyera: Ismael
Domínguez
El Doctor: Joaquín
Coppolella
La Bandida: Josefa
Leguizamón
La Llorona: Laura Molina
(flauta)
El Curandero: Leonardo
Avendaño
El Pulpero: Lucas Orcajo
El Policía: Mauricio
Salazar
El Cura: Maximiliano
Inalaf
El Intendente: Nicolas
Baroni.
Confección de
vestuario: Sandra Enriquez
Ilustración: Nicky Tuns
(hizo el dibujo del affiche)
Leonardo Avendaño
(productor musical) canta y toca "casi todo" en escena. Laura Molinas es la
flautista y "en vivo" igual que ella Cristian Barral canta y toca guitarra.