Mi papá el señor Francisco Leiva, me contó que su mamá, Doña
Fermina, le relató cosas que sucedían en el campo, en la provincia del Chaco.
Esto lo hacía cuando él era pequeño y se asustaba de esas
historias.
Su mamá le contó que en su niñez se le aparecía a ella y a
sus amigos un duende.
Este ser asustaba a los niños y no los dejaba jugar. Era
bajito, robusto, sus piernas chuecas, tenía los pies al revés, su piel era
oscura, su cabellera negra le llegaba hasta los tobillos y dejaba ver un par de
orejas puntiagudas.
Cansada Fermina un día le preguntó por qué interrumpía el
juego de los chicos.
El duende le dijo que él nunca pudo jugar, solo sabía
trabajar.
Una tarde durante una linda escondida, él apareció y fue ahí
cuando ella tomó coraje y lo enfrentó, lo invitó a que juegue y a no asustarlos
más.
Historia aportada por Fermina, la abuela de Rodrigo Leiva,
ampliada y corregida por los alumnos de 6° A y su maestra Graciela.
EP nº 27 - San Miguel - Pcia. de Buenos Aires

Alumnos de 6 Aº