El puma también conocido como
león americano es un mamífero carnívoro nativo del suelo americano.
Es el
segundo mayor felino en el continente después del jaguar. Son ágiles y
esbeltos, tienen la cabeza redonda y orejas erguidas, poseen fuertes mandíbulas
y colmillos filosos listos para atrapar y matar grandes presas. De color marrón, pero
tienen la zona ventral más pálida. su cola es larga del mismo color que el
torso, pero su extremo es negruzco.
Dicen que
dicen ...que Luna, la única hija del cacique de la comunidad de Chichiguay de
habla guaraní, encontró en medio de la selva un cachorrito de puma, al que
algún cazador había dejado huérfano.
Luna al
verlo lo recogió y decidió criarlo a escondidas. Con el tiempo el cachorrito
creció y se transformó en un majestuoso animal que seguía a Luna a todas partes
y ya fue imposible ocultarlo más.
Así fue
que Yagua pasó a formar parte de la comunidad, compartía con Luna una
relación admirable, la acompañaba a todas partes, compartía juegos y labores,
la acompañaba y cuidaba hasta cuando dormía.
El animal
adoptó a quién lo criaba como su líder.
Yagua,
era un magnífico cazador y, era quién proveía de alimentos cárnicos a la
aldea de Chichiguay
y todos
los habitantes lo respetaban y protegían.
Una tribu
enemiga de los Chichiguay, los Queraguay decidieron atacarlos una noche
sorpresivamente mientras todos descansaban.
Esa
noche, Yagua los despertó dando fuertes y aterradores rugidos. Cuando los
guerreros medio dormidos, tomaron conciencia de lo que acontecía y
aprestaron sus armas para repeler el ataque, el animal ya había sido atacado.
Ante la ferocidad del animal, muchos guerreros huyeron por temor a que el
enorme gato los destrozara, otros fueron heridos, algunos muertos en
la contienda o tomados prisioneros.
Luna
cuidó y curó las heridas del puma y este lamía sus manos agradeciéndole
los cuidados. El animal, cada vez ocupaba un lugar más preponderante en la
aldea, ninguna mujer, ya fuera para recoger miel o ir a buscar agua,
prescindía del cuidado y compañía
del
enorme gatito, porque él cuidaba y custodiaba a cada una de ellas y los niños
dormían entre sus patas y a la hora del juego lo abrazaban, lo montaban y lo
mimaban, como si fuera un juguete.
Los
Queraguay, que habían podido salvarse de la contienda, buscaron aliados
para unir fuerzas contra los Chichiguay, los Quitiguay siempre habían sido
neutrales, pero los Queraguay los convencieron y formaron una alianza para
atacar a los Chichiguay.
Ambos
oponentes sabían de antemano, que el mayor problema para obtener la victoria,
era sin dudas Yagua.
La
única manera de triunfar era matar al puma.
Una vez
más, amparados por la oscuridad nocturna, la traición y la codicia unidas
fueron en busca de Luna para llevársela prisionera.
El puma
enfurecido atacó valerosamente a los secuestradores con sus afilados colmillos
y poderosas garras, los cuerpos de los enemigos.
Muchas
veces el animal había sido herido por sus atacantes, pero esta vez fue
necesario valerse de dardos embebidos con curare para derribarlo, claro que con
el último aliento logró destrozar al único guerrero que se anteponía a su amada
Luna
Con el
cuerpo destrozado, moribundo y con múltiples heridas, se oyeron los
gemidos del heroico animal. Todos rodearon al animal, que se despidió de esta
vida con un enorme rugido. Él les quería hacer saber que debían siempre
respetarse y mantenerse unidos.
Arrastrándose
como pudo, llegó a orillas del río, se despidió de Luna y se sumergió en las
aguas.
Cuentan
los abuelos sabios que, desde ese entonces, en honor al valeroso y fiel animal,
las aguas del río tomaron el color de su majestuosa piel. Hoy ese río es
el Río de la Plata, apodado el río marrón, para que jamás olvidemos a Yagua, el
que todos lloraron al morir.
Cuentan
los ancianos sabios, que en honor a ese valeroso y fiel animal, las aguas del
río