EL PADRE SOL
por
Amalia N. Vargas
Lic. en Culturas Tradicionales
Prof. Danzas Folkloricas y Bellas Artes
Magister. en Cultura y Sociedad (Sistemas de Creencias)
Fotos: Identidad Cultural
En el mes de junio, desde el 20 en adelante se conmemora en centenares de
comunidades originarias del Hemisferio Sur de América un Nuevo Ciclo Anual
coincidente con el Solsticio de Invierno. Los abuelos y abuelas nos cuentan que
una semana antes debemos prepararnos con ayunos, comiendo alimentos orgánicos y
tomando hierbas para la purificación de nuestro
cuerpo y espíritu.
Compartimos las palabras de Héctor
Guzmán Coronado, Ajq’ij Maya Mam, contador del tiempo de Guatemala y de Anahí Mariluan cantora Mapuche, del sur
de Argentina.
Las culturas agrícolas observaron que la vida renacía después del invierno;
que las plantas florecían en primavera y fructificaban en verano; que el Sol
daba su calor y su energía a todas las formas vivientes. Los incas, asentados
en el Hemisferio Sur del planeta, celebraron con el Intiq Raymin (Intiq, Sol;
Raymin, la Fiesta) el momento en que el Padre Sol (Tayta Inti) iniciaba su
marcha hacia el Sur para calentar esta parte del mundo, entre el 21 y el 24 de
junio. La ciencia conoce a este fenómeno como el solsticio (Sol quieto) de
invierno, la noche más larga del año. Para los pueblos originarios era el
momento en que los ciclos de la naturaleza y del cosmos recargaban su energía,
para reiniciar renovados, el Nuevo Tiempo.
Los abuelos decían: el sol dormirá una larga noche para despertar como un
niño con todas su fuerzas.
Desde entonces todos los pueblos andinos tributan respeto
y reconocimiento al Sol como principal fuente de la vida, celebrando al mismo
tiempo el comienzo de un nuevo año.
En el mes de junio contemplamos la aparición en el cielo
de la Constelación de las Pléyades ("Las siete cabritas") al igual que nuestros
hermanos mapuches. El día 20 es un hatun punchay (es un gran día) momento que
nos preparamos en ayllu (familia y comunidad) para hacer juntos la ceremonia al
Tayta inti.
Este tiempo es un tiempo masculino, se fortalecen las
energías, se hacen ofrendas al Tayta Inti para propiciar la continuidad y
renovación de la vida, para que sus rayos sigan brillando y aseguren buenas
cosechas y salud para todos los seres vivientes. Este tiempo es para llamarnos
al gran fortalecimiento espiritual, desde todos los territorios, desde todas
las creencias, nos invitan los ancestros, el gran espíritu, a seguir una
filosofía de vida paralela a la de la naturaleza, a la madre tierra.
EL ABUELO FUEGO
El Abuelo Fuego es protagonista de la espera del Tata Inti y dialoga con los celebrantes, promoviendo meditaciones y diálogos de honda espiritualidad.
WE TRIPANTÜ
(Anahí Mariluan cantora Mapuche)
¿Cómo se vive el nuevo ciclo entre los mapuches?
- Es bien usual la frase entre los abuelos mapuche ¨a
paso de gallo vuelve el sol¨. Es bien usual que el sol empiece a regresar
pasado los veintipico de días de junio cuando el solsticio de cada año permita
que los mapuche nos juntemos a renovar junto a la naturaleza, savia – sangre.
Sabemos que las noches se alargan y los fríos más fríos hacen que sean precisos
los fogones de a muchos, para que vuelvan las contadas a fortalecer la memoria,
para que vuelva la alegría, para que se produzcan los reencuentros.
Se llama wiñoy tripantü (renovación del ciclo – vuelve el
sol) y a partir de entonces veremos cómo asoman los brotes, los primeros brotes
valientes que afrontan las nieves. Así sucede en nuestro corazón cada año.
Para los mapuche, no existe la magia: todo está a la
vista. Cuando aparecen los brotes es porque la savia empezó su nuevo ciclo y
por eso en la noche más larga, será preciso que conectemos con el agua. Ese
agua fresca llena de newen llenará de energía la vida de la que venimos.
Es un fenómeno natural que se dá en el Hemisferio Sur y
que cada pueblo renombra según la observación que ha hecho. Para los mapuches
se llama we tripantü, wiñoy tripantü y también se conoce como noche de San Juan
o año nuevo mapuche de modo sincrético. Da igual. La reunión con seres amado se
concretará para sentirnos dueños de nada y parte de todo. Así lo hace el pueblo
al que pertenezco desde improbable cantidad de miles de años. Así seguiremos
acompañando como en un arcoiris a los ancestros y a
los niños.
La Madre Luna acompañando a los celebrantes.
LA VISIÓN DEL PUEBLO
MAYA.
Qman Q’ij Saq / El abuelo Sol Blanco
(Héctor Guzmán Coronado, Ajq’ij Maya
Mam)
- ¿Cómo denomina la ceremonia al sol, el pueblo Maya?
- Los mayas de Guatemala lo denominamos Qman Saq Q’ij al
sagrado Solsticio; el gran abuelo sol blanco vive su máximo estado de armonía y
equilibrio, momento en que se aleja más de la Madre Tierra y se ubica en lo más
alto del espacio y del corazón del Cosmos. Esto indica que es el inicio de un
nuevo ciclo del tiempo en donde el día tarda más que la noche, el día tiene 13
horas, la noche 11 horas.
- ¿Cómo inician y viven este ciclo?
- Este nuevo ciclo del tiempo, inicia con grandes eventos
ceremoniales el día 20 de junio a las dieciocho horas, en donde los abuelos y
las abuelas Ajq’ij, (contadores del tiempo), empiezan a realizar preparativos
desde el seno del hogar, saturando los cuatro pilares de la casa, a los
miembros de la familia, los bienes y los proyectos, para que posteriormente se
encaminen a los Xjan Wa’lb’il (lugares energéticos). Al llegar al xjan
wa’lb’il, (lugar energético) se dialoga sobre el recorrido de la vida, las
experiencias de la vida plena y las experiencias de desequilibrio, es decir los
altibajos de toda la existencia, en lo que se desata el "choj" (la ofrenda) que va desde el ocote, pom, ensarta, romero,
cuilco, candelas, panela, miel, raxpom, flores, entre otros elementos de la
Madre Tierra. Durante el tiempo de diálogo, para que sea amena y significativa,
se deleita la música ancestral a través de la marimba, el tun y la chirimía.
- ¿En qué momento realizan la ofrenda?
- Al llegar a la media noche (0 horas) día Oxlajuj Kawoq,
se ordena el choj (ofrenda) pidiendo permiso a las energías máximas de la
existencia como el TanmiTx’otx’ (corazón de la Madre Tierra), Tanmi Kya’j
(corazón del Padre Cosmos), Tanmi A’(corazón del agua), Tanmi kyq’iq’ (corazón
del aire) Tanmi Q’aq’ (corazón del sagrado fuego) Tanmi chwinqlal twitz qtxu
tx’otx’ (corazón de la vida de todo lo que existe en la Madre Naturaleza) Tanmi
chwinqla twitz qman kya’j (corazón de la vida de todo lo que existe en el padre
cosmos). En el ordenamiento del choj (ofrenda) los Ajq’ij (contadores del
tiempo) ponen su mejor esfuerzo, talento y creatividad. El choj se presenta de
forma circular y cada elemento de la ofrenda debe estar articulado uno con otro
estableciendo una red de conexión e interconexión pues es un regalo para el
abuelo Sol por irradiar su energía sobre toda la existencia.
Los abuelos y abuelas realizan el choj, en agradecimiento
a la vida, a la fertilidad, a la abundancia y a la energía, a las cuatro de la
mañana del día 21 de junio se encienda el sagrado fuego justo cuando sale la
hermana estrella Saqsal, estrella blanca que es el indicador del amanecer, de
la claridad y de la aurora y cuando llega el momento esperado para recibir los
primero rayos del gran Qnman Saq Q’ij Sagrado solsticio, todos los ajq’ij
levanta las dos palmas de las manos para que el abuelo sol irradie energías de
transformación, de armonía de equilibrio y de nuevos desafíos para vivir una
vida plena.
El sagrado solsticio tiene una gran influencia en la vida
de todo lo que existe, porque el abuelo Sol provee energía para la vida
armónica y equilibrada. Luz y energía sobre la Madre Tierra, que nos brinda la
Iluminación y fuerza energética sobre toda la existencia.
Nos brinda limpieza física, espiritual, emocional e
intelectual En Guatemala y el Sur de América, en el gran saq q’ij solsticio,
comienza con más intensidad y energía la sagrada lluvia, para dar más vida en
abundancia y fertilidad a la Madre Tierra.
GLOSARIO
Qman: Abuelo
Q’ij: Sol
Saq: blanco
Momento en que aparece la hermana estrella Saqsal
A punto de aparecer el Tata Inti en Tiahuanaco.
Tata Inti, 21 de junio, a pleno.