ESQUINA DR. ERNESTO GUEVARA
Fue
uno de los primeros proyectos que se presentaron para preservar su memoria en
calles y plazas de Argentina. Reemplazó a "16 de Septiembre", día del golpe de
estado de 1955 y fecha de la "Noche de los lápices". Se presentó en 1997 y
recién en 2008 pudo materializarse.
por Facundo
Sinatra Soukoyan
En Villa San Antonio, ciudad de
Salta.
Bien es sabido
que los nombres de las calles fueron históricamente elegidos de arriba hacia abajo
con una mirada donde primó la hegemonía del poder fáctico y real.
Sin embargo,
desde hace un tiempo la temática se encuentra en debate constante entre
ciudadanos de diferentes rincones del país, quienes poco a poco comenzaron a
revisar la historia de personajes (o episodios históricos) de dudosa
reputación.
Este es el caso
de la ciudad de Salta, donde en el barrio de Villa San Antonio, en el sur
de la capital provincial, surge intempestiva la Avenida Dr. Ernesto
Guevara. Rareza para algunos, orgullo para otros, lo cierto es que el nombre
camina zigzageante por la barriada bautizando también una plazoleta con el
mismo nombre.
Sucedía que una de las arterias citadinas llevaba el nombre de "16 de
Septiembre" en recordación del sangriento golpe de estado de 1955.
Sumado a esto, la fecha es coincidente con la tristemente célebre "Noche
de los lápices" de 1976.
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Tal es así que
en el año 97, pleno auge neoliberal tanto en la provincia como
para América Latina, nace desde el Concejo Deliberante de la ciudad una
propuesta para cambiar el nombre de la calle, nada más ni nada menos que
por "Ernesto Che Guevara".
Nace el proyecto
A mediados de
los 90 Rolando Mazzaglia se desempeñaba como concejal en la ciudad.
Fue quien impulsó la idea, y rememora
los hechos sucedidos 25 años atrás. "En ese momento yo era concejal y supe
que había una avenida que tenía el nombre ‘16 de Septiembre’. Me pareció
espantoso porque reivindicaba el golpe de estado del año 1955 contra el general
Perón. Salta estaba reivindicando un golpe de estado poniéndole ese nombre a
una avenida. Esto me llevó a pensar en cambiarle el nombre".
Mazzaglia tomó
la iniciativa y comenzó a pensar las variantes y las formas. "Se me ocurrió la
figura de Ernesto Guevara porque en ese momento había leído, en algunos
periódicos, que su nombre estaba impuesto en varias avenidas y en varios
monumentos alrededor del mundo menos en Argentina. Entonces me pareció que
merecía un homenaje".
Por otra parte, Diego Saravia también
formaba parte del Concejo Deliberante en aquellos años y evoca como se
desarrolló la normativa y los vaivenes de su aplicación: "Fue una cosa de muy
largo tiempo. Mi primer contacto con el tema fue cuando me tocó presidir una
sesión del Concejo, ya que yo era vicepresidente, el día que se aprobó. Fue
bastante curioso porque en ese momento una parte de los concejales se
levantaron de la sesión para dejar sin quorum, y yo que estaba presidiendo
quería que se apruebe. Mantuve la sesión hasta que el concejal Ulloa, que
era el hijo del gobernador durante el proceso, entra al recinto para ver que
estaba pasando y ahí hago votar. Ya había quorum y se aprueba, solo faltaba
uno... así empezó esa ordenanza".
En tanto, Mazzaglia recuerda que "Luego de aprobado el
Ejecutivo vetó el proyecto. Entonces después de un tiempo volvió al Concejo
Deliberante y el Concejo nuevamente lo aprobó. Ahí se convirtió en ordenanza
municipal. Eso obligaba al Ejecutivo municipal a cambiar el nombre, pero no se
hizo en ese momento".
Proyecto aprobado
Luego de
aquella jugada política en el recinto del Concejo, llegaba el momento de volcar
sobre el papel la ordenanza que luego se llevaría adelante, una situación que
también generó debates y tensiones. En este sentido Saravia comenta: "Una de
las condiciones que se pusieron es que la calle se llame Doctor, porque el
proyecto original decía `Che Guevara`. Eso generó bastante lío, pero fue una concesión
que se realizó para que se apruebe. Realmente la oposición fue leve, más bien
se intentó impedir que discutir el proyecto. Pensaban más en un debilitamiento
que en una oposición de frente. Al final lo que lograron fue que sea Dr.
Ernesto Guevara y no ‘Che’ Guevara y retrasar casi 10 años la ejecución".
Finalmente el
proyecto consensuado se aprobó y quedó determinado, en algunos puntos, de esta
manera:
"Considerando: Que
habiéndose consolidado las Instituciones Democráticas en nuestro país; Que
el Pueblo Argentino no quiere homenajear fechas que recuerden hechos tristes y
lamentables como los mencionados.
Que Argentina y
toda Latinoamérica hoy comprende, admira y exalta la figura del Dr. ERNESTO
GUEVARA, por su lucha por los más desposeídos y su prédica por la unidad del
todos los países Latinoamericanos;
ARTICULO
1°.- DEROGAR toda norma legal Municipal por la que se haya impuesto el
nombre de 16 de septiembre a la avenida que corre paralela al canal que
atraviesa Villa San Antonio y Villa Ceferino Velarde.-
ARTÍCULO
2°.- Imponer en su reemplazo, a dicha avenida el nombre de Dr. Ernesto
Guevara.-
ARTÍCULO
3°.- DESIGNAR el espacio público triangular que limita con el pasaje
Bolivia y la avenida citada en el artículo anterior con el nombre de Dr.
Ernesto Guevara.-"
Diego Saravia, quien fuera parte fundamental en la
concreción del proyecto, explica que "Durante un tiempo no se cambió el nombre.
El Ejecutivo municipal nunca quiso ejecutarlo. Pasaron muchos años, estaba la
ordenanza y el Ejecutivo del municipio se negaba, no lo ponía en práctica.
Hasta que en un momento se toma la decisión, se saca el decreto reglamentario y
se cambia el nombre de la calle. Ahí es donde viene Alberto Granado y
se hace el acto".
Quien aparece
como figura central en este momento será el director cinematográfico
salteño Alejandro Arroz, quien
para esos años se encontraba filmando la película "Alberto Granado, el
viajero incesante" junto al protagonista.

Alberto Granado. Fallecido en marzo de 2011, en agosto de este año 2022 se cumplirán cien años de su nacimiento.
Arroz evoca así aquel momento: "En 2008 estábamos en la casa de Alberto
Granado en La Habana filmando y surgió el tema de las pocas calles en
Argentina que llevan el nombre de Ernesto Che Guevara.
Es ese momento mi amigo Oscar Palacios, que nos
había acompañado en el viaje, mencionó que hacía más de 10 años estaba la
ordenanza aprobada con el Concejo Deliberante de Salta para cambiar el nombre y
que nunca se había cumplido. En ese momento, y al escuchar la charla, nuestro
co-productor cubano Rudy Fernández García nos pidió el compromiso
para que hagamos lo posible en lograr el cambio de nombre y que sea Alberto
Granado quien encabece el acto".
Más de 10 años después
Quienes
estuvieron presentes aquel frío viernes 20 de junio de 2008 en las calles de
Villa San Antonio recuerdan el hecho con una mezcla de orgullo y extrañeza. Por
un lado aparecía lo histórico de la fecha al tiempo que se resaltaba la desidia
que mostraron diferentes actores del arco político-social salteño. "Fue muy
curioso el acto. A mí me llaman porque no fue ninguna autoridad del municipio",
comenta Diego Saravia y agrega: "más allá de que el intendente lo haya hecho
hacer, tampoco fue ni para aparecer en la foto. Se acordaban que estaba
presidiendo el Concejo en ese momento de 1997, por eso me llaman (...). En el
acto éramos pocas personas, fue una cosa mínima. Estaba la persona de
ceremonial de la Municipalidad pero ninguna autoridad, nadie del Concejo
Deliberante. A mí me dijeron el mismo día y me sorprendió que de repente estaba
Granado ahí. Fue una cosa muy rara por la envergadura del asunto y con la
presencia de Granado".
Arroz comenta: "Pensamos que el público natural para esos eventos era el de
la izquierda, pero paradójicamente, no concurrieron argumentando que las
actividades se hacían con apoyos oficiales, que en verdad solo consistían en
presentar un libro de Granado en el Teatro Provincial y la
autorización municipal para la inauguración de la calle con el nuevo nombre,
cosa
imprescindible para
llevar a cabo esa acción. Así y todo Alberto Granado se refirió al respecto
reflexionando que el propio Che sufrió ese tipo de actitudes por gran parte de
la izquierda latinoamericana, por lo que a él no lo sorprendió".
En la película
realizada por Arroz se pueden ver fragmentos del acto y parte del discurso que
improvisa Granado ante el público presente: "Amigos, estoy sumamente emocionado
en este momento por la trascendencia que significa para mí, después de tantos
años de vida al lado de Ernesto Guevara y luchando por un mundo mejor, ver como
en Salta se ven reflejadas muchas de sus ideas y muchos de sus pensamientos.
Cada vez me resulta más difícil poder comprender, poder expresar todos los
pensamientos que se me agolpan, pero únicamente les digo que me siento muy
feliz de que vayan borrando las nefastas huellas de un pasado desgraciadamente
triste para la Argentina y que sea el comienzo de una nueva vida, con un mundo
mejor (...). Pero ahora me siento feliz que haya aquí mucha gente joven dispuesta
a escuchar las palabras de un antiguo viejo pero que tiene el corazón muy joven
y que les dice que sigan luchando por obtener una Argentina más próspera y más
linda, que es la que nos merecemos".
El cineasta
salteño recuerda aquel día con una gran emoción personal al mismo tiempo que se
atreve a deslizar los sentimientos que pudo percibir
de
Granado,
con quien venía compartiendo largos días de rodaje y convivencia. "Sentí mucha
emoción sobre todo por Alberto, ya que durante muchos años de su vida fue
perseguido en Argentina por ser amigo del Che, por ser amigo de Fidel y de
Raúl, por haber elegido vivir en Cuba con toda su familia desde el inicio
de la revolución. Alberto sintió mucha emoción en poder inaugurar una calle que
lleve el nombre de su amigo. Se preguntaba si al Che le hubiera gustado, y se
respondía que al margen de todo, él se lo merecía"

Homenaje tributado en Venezuela a Granado, el gran compañero de aventuras del Che Guevara.
Aquel acto en Salta se realizó a los pocos días del primer reconocimiento a
Ernesto Guevara en Argentina, más precisamente en su Rosario natal,
donde se colocó una escultura de 4 metros de altura hecha con llaves de bronce
donadas por miles de personas.
Sin embargo, es poco conocido el proyecto salteño que ya en 1997 dormía
cajoneado en oficinas gubernamentales y que recién pudo materializarse en 2008.
Quizás pocos recuerden, pocos sepan y muchos quieran que se olvide. A pesar
de ello, Salta fue pionera en homenajear a uno de los líderes más importantes
de la historia mundial, quien en su primer viaje en motocicleta pisó tierras
salteñas y siempre añoró volver.
Fue una nublada tarde de invierno aquella en la que su amigo personal
Alberto Granado descubrió el nombre de Guevara en la señalética ciudadana
salteña ante la mirada sorprendida de vecinos y curiosos, así
como también frente a un puñado de convencidos que acompañaron la
memoria viva y ardiente del revolucionario argentino.