HOMENAJE BIEN CRIOLLO PARA DON
SAN MARTÍN
por Ricardo Luis Acebal
El profesor Alberto Sorzio,
frecuente colaborador de "Identidad Cultural", docente recientemente jubilado en
la Universidad Nacional de las Artes (Departamento Folklore), pintor y
caballista, participó en agosto de 2010 del transporte de una antorcha
encendida con la llama votiva de la Catedral Metropolitana (Buenos Aires) que
indica que en ese sitio están los restos del General José de San Martín y del
Soldado Desconocido. El traslado se efectuó desde el sitio indicado hasta Bella
Vista (Gran Buenos Aires) con el fin de encender una llama votiva en la Plaza
San Martín de esa localidad, rindiendo así homenaje al Libertador de América el
17 de agosto de ese año.
Sorzio recuerda: "éramos como veinte jinetes de Bella Vista y se nos
sumaron integrantes de una agrupación tradicionalista de Hurlingham, con lo que
conformamos una enorme banda, marchando por Avenida de Mayo y Rivadavia hasta
Liniers. Desde allí bordeamos la autopista hasta llegar a nuestra zona.
Tardamos cinco horas.
Nos esperaban -como no podía ser de otra manera- con un asado en la
Agrupación `El Cimarrón`.
El caballo que monté ese día era mio, se llamaba Reflejos y se fue a Trapalanda el 29 de junio de este 2021, luego
de muchos años de satisfacciones y recorridos. Era un caballazo. Fuerte, lindo
y temperamental. No fue un animal fácil."
Alberto Sorzio: "El poncho que me cubrió ese día lo tejió para mi en la década de 1960 una telera de La Calera (Provincia de San Luis) conocida como la Abuela Cruz. Vale recordar que esta prenda fue premiada en junio del 2001 en el Primer Concurso de Textiles de Uso Tradicional organizado por la Asociación Criolla Argentina y la revista El Chasque Surero". (Foto: Rafael Gindin)
EL PONCHO DE ESE AGOSTO Y SU
HACEDORA
Sorzio
agrega: "
Esta tejedora fue muy famosa en esa zona de San Luis
que es La Calera. La conocí mucho. Charlamos
y tomamos mate durante horas. Tenia un problema en sus piernas no
desarrolladas, por lo que usaba una sillita muy baja. Todo el mundo en la zona
tenia objetos tejidos por ella: ponchos, cubrecamas y peleros con las iniciales
para lucir en el recado. No recuerdo con precisión cuando le encargué el
poncho, pero debe haber sido alrededor de 1967. Me lo envió un año después por
intermedio de un sacerdote que yo conocía. Es una prenda muy querida por mi familia.
Muchas veces mis hijos me pedían que cubriera sus camas con ese poncho por
lo abrigado que es".
Abuela Cruz, nietos y un futuro poncho. La Calera, Provincia de San Luis.