Su nombre
proviene del quechua t`utura, también se las conoce como junco. Es una planta
herbácea, perenne y acuática común en los esteros y pantanos de América del Sur.
Dicen que dicen...que
hace muchos, pero muchos años en lo que hoy conocemos como Provincia de
Misiones y a la que todos reconocemos como la tierra colorada, había dos tribus
antagónicas, la de los Tocos y la de los Puros.
La comunidad de
los Puros tenía una hermosa laguna que consideraban como propia, de donde
obtenían peces para su sustento.
Cierta vez,
cuando la hambruna apretaba, un joven conocido con el nombre de Quingüi se
acercó a la laguna para pescar.
Enterados de la
situación y reconociendo que el joven pertenecía a los Tocos no tardaron en
declararle la guerra.
Al día
siguiente, sin pérdida de tiempo, ambas tribus se enfrentaban en las cercanías
de la laguna.
Los Tocos,
hábiles nadadores, se escondieron bajo las aguas.
El cacique de
los Puros, conociendo las habilidades de los Tocos mandó lanzar flechas
venenosas para de esa forma exterminar a los Tocos que allí se escondían.
Las flechas
envenenadas terminaron con muchos Tocos, pero muchas de ellas quedaron clavadas
por todas partes.
En el lugar que
las flechas le quitaron la vida a los Tocos, habían crecido infinitas plantas
de totoras.
Cuando los Puros
quisieron volver a pescar, encontraron asombrados que la laguna había sido
invadida por las plantas y que ya no les permitía volver a pescar.
Hoy día ese espacio
es un totoral que nos recuerda la avaricia de los Puros y a los aguerridos Tocos.