por Ricardo Luis Acebal
Miles de paisanos bebemos (en ayunas) tres tragos de caña con ruda el primero de agosto. Esta costumbre, originada en nuestras provincias del Nordeste (particularmente la de Corrientes) no tiene ninguna relación ni contrariedad con la celebración andina de la Pachamama.
Todo el mes de agosto y en especial el día en que este comienza, es el tiempo que los pueblos originarios de Suramérica han consagrado a celebrar a nuestra Pachamama, ya que se aproxima el momento de roturarla y sembrarla.
Nuestra Madre Tierra es quien nos da Vida, es nuestra única casa; nos recibe con su abrigo cuando morimos y junto al Inti Tataj (Sol) y la Mama Killa (Luna) conforman el Cosmos, del cual los seres humanos somos solo una minúscula partícula y no dueños de Él.
LA CORPACHADA
Haciendo un pocito en la tierra, formando como una "boca", la madre recibe alimento sólido y bebida que el hombre le brinda fervorosamente mientras musita una oración, un ruego, no un rezo católico ni de ninguna otra "religión", que será en kechua, en aymara, en guaraní o en castellano.
La fe en la Pacha no es de ningún modo una superstición, como despectivamente la han calificado ciertos investigadores "cultos", ni tampoco debe compararse con aspectos de la religión que trajeron los conquistadores. No debe cometerse el error de comparar a la Pachamama con la Virgen María, ni con otras deidades aborígenes, ni con los ángeles ni otras cosas por el estilo.
El culto a Inti, a Killa, a Pachamama y demás deidades son parte del complejo universo espiritual de los primeros habitantes de nuestra tierra americana.
Nuestros compatriotas jujeños, salteños, catamarqueños y tucumanos, a la vez que han abrazado las creencias religiosas que trajeron los conquistadores, paralelamente mantienen vigente la espiritualidad que nos viene de los indios.
Y entonces conviven las creencias americanas con las que llegaron con los barcos, pese a que tantas veces a lo largo de los últimos 528 años se ha intentado confundir a nuestra gente, mezclándole al "Diablo", al "Satanás" que trajeron los católicos con el culto a la Tierra. Como si todo lo que está en el centro de la Tierra le perteneciera al Diablo y dodo lo que está en el Cielo a Dios.
Nada ha podido desplazar totalmente al culto americano, porque no es opuesto, ni inferior ni superior al católico. Simpemente es diferente.
¿QUÉ RELACIÓN HAY ENTRE LA "CAÑA CON RUDA" Y LA PACHAMAMA?
La celebración de la "caña con ruda" nada tiene que ver con el culto a la Pachamama. Cuando los conquistadores trajeron a Abya Yala el mes de agosto desde su continente europeo, ya los que después nos llamamos americanos celebrábamos al Cosmos desde hacía miles de años (sin darle ese nombre "agosto") porque las estrellas nos señalaban que comenzaba el tiempo inmediatamente previo a la roturación y posterior siembra de los suelos.
Coincidió pues el agosto de los conquistadores con el tiempo de la celebración a la Pacha. Y como estos vinieron a apropiarse de un territorio que no les pertenecía y encararon esa tarea imponiendo el terror, instalaron en América el mito de que agosto es un mes con connotaciones trágicas y del que hay que cuidarse especialmente.
Por medio del terror, con la complicidad manifiesta de la Iglesia Católica, suplantaron la cultura americana prohibiendo las lenguas y la espiritualidad de nuestros originarios. Y aquél que insistiera en querer seguir siendo de aquí: a la horca o al fusilamiento.
Trajeron la ruda, que como es obvio al no ser de aquí mal pudieron haberla utilizado nuestros tatarabuelos de Abya Yala para ahuyentar malos presagios del mes de agosto, que como quedó expresado no era un tiempo de protegerse de la muerte ni de Satanás sino un período de mimar a la tierra en la que crecerían lozanos los vegetales si se la celebraba con alegría y no con temor.
Este año 2020, por protegernos del corona virus y no de un mes de agosto "trágico", no convocamos a celebrar al Cosmos como siempre lo hacemos en plazas y parques de las ciudades, en valles serranos, en la Puna o en la Estepa.
Celebremos en grupos pequeños, de cinco o seis participantes, con los cuidados de todos los días, abriendo la boca de la Tierra en algún rincón de nuestro jardíncito o pequeña quintita agradeciéndole nuestra vida y pidiendo que nos acompañe en este nuevo período, a nosotros, a nuestros hijos y nietos y a todos los integrantes de nuestra comunidad.
CUSIYA, CUSIYA...
En el pocito, o sea la "boca de la Pachamama", mientras le entregamos nuestra ofrenda le decimos (en voz alta o baja, según nuestra preferencia)
"Pahamama cusiya, cusiya, cusiya" y lo que le queramos pedir y/o agradecer con nuestras propias palabras, las que nos inspire nuestro corazón.
Cusiya significa "alégrame, dame Vida".
Pachamamax janiw jiwasankiti, jiwasanakaw. Pachamama jajapta. Janiw khitis jiwayañapakiti. (aymara)
Yvy ndaha`ei avave mba`e yvy pora ha`e i memby. Avavé ndaikatui ñambuai. (guaraní)
En castellano es: NADIE ES DUEÑO DE LA TIERRA SINO QUE SOMOS PARTE DE ELLA. NADIE TIENE DERECHO A DEPREDARLA.
Si desea escuchar a un oficiante de Pachamama el significado del término "Pacha" haga click aquí:
Audio de la nota: Grabado en la celebración de la
Pacha realizada en Laguna de Rocha (Provincia de Buenos Aires, Argentina) en
agosto de 2014.