"PÁGINA 12": El coronavirus y la búsqueda de una nueva
ruralidad: las familias que se mudarán a Tapalqué
por
Laura Vales
Uno de los debates que la pandemia pone
en agenda es la necesidad de descomprimir las grandes ciudades,
especialmente sus conurbanos. Esto es pensar en una nueva ruralidad.
En Tapalqué, ciudad bonaerense ubicada a 278 km de la Capital
Federal, se prepara una experiencia en ese sentido. La intendencia
está coordinando con la gobernación bonaerense y el estado nacional el
otorgamiento de un permiso de uso de tierras fiscales. La Unión de
Trabajadores de la Tierra creará en ellas una colonia agroecológica para
abastecer de verduras a la ciudad. Se mudarán, cuando la cuarentena lo
permita, familias de quinteros que hoy residen en Florencio Varela; y lo
harán con apoyo del estado, que va a construirle sus viviendas.
La decisión
tiene varias razones. La primera es que la mayoría de los alimentos
frescos que se consumen en la ciudad viajan 400 kilómetros para llegar a los
comercios locales. "Casi todas las verduras que se consumen en Tapalqué se
traen del Mercado Central", cuenta Gustavo Cocconi, el intendente.
La situación,
que se repite en muchos centros urbanos del país,
es especialmente absurda en esta localidad ubicada en plena pampa húmeda.
Con el flete y la intermediación se genera un problema en los precios, que
aumentan innecesariamente. Comer verduras frescas es caro. Y si se las quiere
agroecológicas, todavía más.
En sintonía con motivos
como estos, que hacen al debate sobre la seguridad alimentaria,
la ciudad tiene su historia de gestión estatal. Viene de abrir,
en las últimas décadas, un matadero municipal y una usina láctea; compró
un hotel que había ido a remate: implementó una tarjeta alimentaria local para
los habitantes de menores ingresos. Todas estas iniciativas que
surgieron como respuesta a momentos de crisis, templaron una experiencia
política. "No siempre es cuestión de que uno se meta, pero nos hemos metido en
muchas cosas", define Cocconi. "Creo que el estado debe ser un
articulador para producir el desarrollo de la comunidad, como un capitalista
social".
El intendente va por su
cuarto mandato. En diciembre fue reelecto con la lista del Frente de Todos,
pero está al frente de la ciudad desde 2004, cuando asumió el cargo luego de la
muerte del entonces jefe comunal Ricardo Romera. "Fue mi maestro. Un
médico que a los entonces jóvenes del pueblo nos abrió la cabeza, porque creó
una planta de tratamientos de residuos, un centro cultural impresionante, un
cine, un teatro, muchas cosas que hicieron a un estado presente. La experiencia
de continuar esas políticas públicas marcó los años que me tocó a mi gobernar".
Cocconi ve en la colonia
agroecológica "una oportunidad: acá hay tierras del estado, la falta de tierra
no es un problema. Y sería importante disponer su uso para el armado de
colonias que nos generen producción y consumos más cercanos".
Un proceso de años
La idea fue una
propuesta de la Unión de Trabajadores de la Tierra. "Venimos trabajando en
este proyecto y otros parecidos desde hace varios años. Son procesos que llevan
mucho esfuerzo: hay que buscar tierras disponibles, presentarse a los intendentes,
llevarles la idea, también trabajar con la ciudad para que los vecinos
nos conozcan, porque no se puede caer en paracaídas. En Tapalqué, por
ejemplo, hicimos varias ferias y vamos por la reunión diez mil. Hemos viajado
con las familias que van a formar la colonia, cuenta Agustín Suárez, integrante
de la UTT.
La relación con la
comunidad es un tema sensible en las ciudades chicas --Tapalqué tiene 10 mil
habitantes--. La intendencia les pidió que organicen capacitaciones en
agroecología, para integrar a los futuros colonos con los vecinos que están
haciendo quintas en sus casas, con plantines que distribuye el municipio.
La colonia va a usar un
predio de 9 hectáreas, donde van a mudarse 6 familias. "Hoy están
trabajando en tierras que alquilan en el conurbano, con mucha dificultad. La
presión inmobiliaria en los cinturones hortícolas es cada vez mayor", agrega
Suárez. Más adelante, la idea es darle el mismo uso a otros tres lotes de
tierras fiscales, llegando a cuatro colonias, aunque todas de pequeña
extensión.
El referente de la UTT es
ingeniero agrónomo. "Con una hectárea sembrada puede abastecerse de verduras
todo el año a 130 familias", apunta. "No vamos a llegar a aprovisionar a
toda la ciudad, pero sí a ayudar en ese sentido, con la ventaja de
acceder a productos agroecológicos".
Políticas públicas
Lo novedoso en el
caso de Tapalqué es que están trabajando de manera coordinada, para crear la
colonia, el estado nacional, el provincial y el municipal. La dirección de
Asuntos Comunitarios de la Aabe --el organismo que administra los bienes del
Estado-- otorgará el permiso de uso de las tierras al municipio. La
provincia, a través del ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense,
construirá las viviendas y realizará el tendido eléctrico, un insumo
clave para el riego. Por este tema ya estuvieron en Tapalqué, acordando las
obras, el vicepresidente del organismo que administra los bienes del estado
(AABE), Juan Debandi, --referente de La Cámpora de Tres de Febrero--, y el
arquitecto Rubén Pascolini, subsecretario de Hábitat del ministerio de
Andrés Larroque, de Desarrollo de la Comunidad.
"Estamos trabajando en un permiso de uso
precario junto con el Municipio de Tapalqué, en el marco del programa
PreservAR, que busca darle un uso social a comunitario a inmuebles en desuso
del Estado Nacional", señaló Debandi a PáginaI12. El vicepresidente de la
Aabe marcó que "en este caso el proyecto tiene un valor agregado, que es la
posibilidad de generar cultivos agroecológicos para el consumo local, en un
predio que hoy no tiene ningún uso".
La UTT tiene seis
colonias agroecológicas en funcionamiento. Están ubicadas en Luján, Mercedes,
San Vicente y Cañuelas (Buenos Aires), en Gualeguaychú (Entre Ríos) y Puerto
Piray (Misiones). La creación de las más antiguas, como sucedió en Luján, fue
antecedida de una toma de tierras. El permiso de uso de tierras fiscales fue
concedido cuando terminaba el gobierno de Cristina Kirchner y se preparaba a
asumir Mauricio Macri. Cinco años más tarde, pasado el tiempo y con los
resultados a la vista, el estado se muestra más dispuesto a aprobar este uso de
la tierra inactiva.
Pensar en una nueva
ruralidad, cuando el campo está dominado por el modelo del agronegocio, no
parece posible sin que medien políticas públicas por parte del estado. Requiere
invertir fondos, acceder a herramientas y maquinarias, hacer una transición a
otras formas de producir, montar una logística de comercialización. Incluso con
esos condicionamientos, hoy hay sectores de la agricultura familiar que vienen
logrando asomar la cabeza. La experiencia de las colonias agroecológicas es,
por eso, algo notable en si misma. Lo están haciendo, además, con la
inteligencia puesta en zafar de la pinza que enfrentan todas las organizaciones
nacidas de la pobreza: el silenciamiento y la demonización.
La propuesta de la
organización es llevar esta experiencia a otras localidades del interior
bonaerense. El 18 de junio pasado presentaron dos proyectos de ley para la
provincia que incluyen -junto con otros mecanismos, como la creación de un
Procrear Rural, un fondo para créditos a bajo interés destinados a la compra de
tierras- , la propuesta de legislar la creación de colonias agroecológicas. De
obtener su sanción, la ley facilitará el camino a otros intendentes. El
diagnóstico que hacen en la organización es que hay muchas localidades que hoy
deben importar sus verduras. Incluso en Pergamino, el distrito con las tierras
más productivas de la provincia, las verduras llegan desde el Mercado Central.
Como contrapartida, el 90 por ciento de las familias de quinteros alquilan las
tierras que siembran.
Hasta aquí la nota publicada en "Página 12". Identidad
Cultural propone que también se enfrente el tema del envenenamiento del aire
con glifosato o como quiera que se le llame, ya que está absolutamente probado
que las aguas de ríos, arroyos , lagunas y aún las del subsuelo están altamente
contaminadas por las fumigaciones. Fumigaciones de la anterior "normalidad"
(suspendida momentáneamente por la pandemia)
a la que parecen querer retornar los propietarios de los campos en
donde solo hay soja y donde apenas queda
el recuerdo de árboles y animales autóctonos.