CHARANGUITO, MI ÑAÑITO
por
Ricardo Luis Acebal
Jaime, CHARANGUERO de punta a punta.
Una vida en pocas frases y fotos:
Nació el 21 de septiembre
de 1938 en San Miguel de Tucumán. Falleció en la Ciudad de Buenos Aires el 24
de diciembre de 2018 a las 8 y cuarto de la mañana.
Don Eduardo, su padre, construyéndole uno de los varios charangos con que Jaime tocó durante su carrera y junto a su madre, Pastora.
Niñito aún, con su gran maestro Mauro Núñez y su conjunto.
Termina 2018, un año
en el que no pocos humanos han elogiado alborozadamente el discurso de un tal
Putin, quien, más o menos, manifestó que si Rusia es atacada atómicamente un
robot especialmente preparado activaría el disparo del más formidable misil de
todos los tiempos que en un ratito nomás haría desaparecer a Estados Unidos.
Tal robot actuaría automáticamente y no podría ser desactivado por ser humano
alguno una vez que comenzara a funcionar.
"Todo verdor perecerá"
expresa la Biblia. ¡Qué cerquita parecemos estar de darle la razón a esa
profecía!
Estoy escribiendo
estas líneas en Rosario del Tala, Provincia de Entre Ríos, donde pese al
glifosato (o sus variantes sustitutas) permitido por el señor gobernador
provincial y algunos intendentes, el verdor continúa imponiéndose al apocalipsis.
El Gualeguay sigue siendo un río caudaloso, bello como el que más y -como canta
Víctor Velázquez- "crecido, torta frita en fija" ya que extiende sus límites
hacia izquierda y derecha sin reconocer medidas y los habitantes se aíslan
hasta que el retorno a su cauce normal permite cruzarlo. Me refiero, claro
está, a los de pata al suelo como yo, no a los propietarios de avionetas y
otros chiches que les permiten desplazarse cuándo y cómo quieran.
Este año que termina,
tan bueno y tan malo como cualquier año pasado, será recordado por mi por
buenas cosas que me sucedieron y, claro, también por la ida para el lado de las
nubes de amiguísimos entrañables. En la casa del querido Edgar Monteañares recibí
la infausta nueva: a las ocho de la mañana del Día de Nochebuena el espíritu de
Jaime Torres se separó del que hasta ese momento era su envase en la Tierra y
se voló para el Azul.
En vano clavé mis ojos
en los verdes de Tala enmarcados por un cielo absolutamente diáfano, azul de
tan celeste. Imposible no sentir en el alma una sensación de desolación. ¿Qué
haremos compañerito sin el sonido único, absolutamente insuperable,
irreemplazable del charango del gran troesma Jaime? Y en lo personal ¿cómo haré
para superar la ausencia de ese "peláu" o "peladito" con que me distinguía tan
cálido y pícaro cuando me recibía en su casa de Barracas, detrás de algún
escenario o en algún rincón de la puna jujeña?
Guardo entre mis cosas
más queridas un disco 45 rpm del sello Teka, con la grabación de "Santa Cruz"
(carnavalito cruceño de Calvimonte) tocado por Ariel Ramírez en piano y Jaime
Torres en charango. Fue mi descubrimiento de ese sonido único del Jaime. Eran
los años 60 del siglo pasado y yo estaba cursando la escuela secundaria. A
partir de ese momento no dejé de pararle la oreja a cuanta oportunidad hubiera
de escucharlo, por radio, en discos de vinilo o en vivo.
Tocando "Santa Cruz" con Ariel Ramírez (años ´60)
Llegó el año 79 y me
mandé a Humahuaca con mi vieja y mi esposa de entonces a participar de mi
primer "Tantanakuy". Cinco años antes Jaime había encabezado la primera de esas
"asambleas" de intérpretes de instrumentos y cantores de coplas de Quebrada de
Humahuaca y Puna, aconsejado a hacerlo por un tal Jaime Dávalos y con la
participación de los hermanos Aramayo, los Chañi, un tal Fortunato Ramos, las
hermanas Cari...
Jaime, charango y puna...
Contándole a Jaime Dávalos que estaba pensando en hacer un encuentro en Humahuaca para recuperar la identidad cultural jujeña, en riesgo de extinción (año 1974)
Jaime Dávalos en el escenario del "Tantanakuy" en Humahuaca (1975)
Jaime carnavaleando en Humahuaca. Entre quienes lo acompañan están los humahuaqueños pioneros del "Tantanakuy" que se realizó por primera vez en 1975.
Ese mismo año 79 participé
de "mi" primer carnaval quebradeño y también llegué con mi familia montado en
mi Citroën 3CV a Iruya. Pero esa es otra historia.
Desde ese 79 para acá
estuve en todos los Tantanakuy de unos días antes de Carnaval, e incluso en los
"infantiles" que también impulsó el Jaime y que se realizaban en septiembre u
octubre, en período escolar. Distintas radios, distintos diarios de Buenos
Aires se hicieron eco de estos encuentros a través de notas que aporté.
Pero recién avanzados
los 80 un día el troesma comenzó a decirme "peladito" y/o "pelau" y a invitarme
con algún singani especial escondido en algún rincón de su casa solo conocido
por él. Y a partir de ahí empezó otra etapa de mi vida. Ahora yo era SU AMIGO.
Fui testigo de varias nuevas maternidades de su maravillosa compañera Elba
Boffo con las correspondientes paternidades de él a consecuencia de ello.
Participé de encuentros en su casa de Buenos Aires y en la "del Tantanakuy" en
Humahuaca y también me hizo amigo de sus amigos...
Su esposa Elba, sus hijos...
Con su hija Manuela.
Con su hija Claudia.
El último "pelau" me
lo dijo abriendo brevemente sus ojitos, en su camita de una clínica de Buenos
Aires, retornando inmediatamente a su sueño clínico, seis días antes de que mis
ojos, llenos de verde y azul entrerriano, no encontraran mejor cosa que hacer
que llenarse de agua ante la noticia de que el queridísimo Jaime se había ido a
encontrar con el Colla Mercado, con Domingo Zerpa, con el troesma Ariel, con su
maestro Mauro Núñez, con doña Pastora, con don Eduardo...
Tantanakuy en el
Cielo, como quien dice.
Charanguero en la ciudad.
Las giras por el mundo y un locro compartido con Ariel Ramírez y Domingo Cura.
Con la guitarrista Irma Costanzo.
Con el prestigioso cuatrista venezolano Hernán Gamboa.
Con el pianista Eduardo Lagos.
Con Jaime Dávalos, Tucuta Gordillo, Chango Marcos y Mono Pereyra.
En su estudio (su domicilio en Barracas, Ciudad de Buenos Aires).
"TANTANAKUY", LA INSTITUCIÓN QUE NOS DEJÓ JAIME COMO
HERENCIA
Fotos:
Rafael Lino Gindin
Elba y Jaime ofrendando a la Pachamama en la Casa del Tantanakuy, agosto de 2015.
Negrita Cabana y los charanguistas Adriana Lubiz y Nicolás Faes Micheloud ofrendando a la Pachamama en la Casa del Tantanakuy, agosto de 2015.
Ofrenda a la Pachamama el fotógrafo de esta nota, Rafael Lino Gindin. Casa del Tantanakuy, agosto de 2015.
Cierre de las ofrendas a la Pachamama en la Casa del Tantanakuy, agosto de 2015.
Casa del Tantanakuy: despedida a toda música. Agosto de 2015.
Copleras en Tantanakuy en Maimará, agosto de 2015.
Jaime atento a las palabras de Elizabeth Lanata de Kusch, viuda del filósofo Rodolfo Kusch (Maimará, agosto de 2015).
El micrófono cambió de mano. Habla Jaime. Junto a él, su hijo Juan Cruz. (Maimará, agosto de 2015).
Elba Torres conversa con Horacio Durán (un "histórico" del grupo chileno Inti Illimani) y Tukuta Gordillo con Ricardo Acebal, todos en Maimará, agosto de 2015.
Veteranos de los 40 años del Tantanakuy en el escenario de Humahuaca: Ernestina Cari, Candelaria Cari, Susana Moncayo y Jaime Torres (agosto de 2015).
Alfredo Coca, prócer del charango boliviano, en la celebración de los 40 años del Tantanakuy (Humahuaca, agosto de 2015).
Jaime Torres, Sergio Lobo, Wilmer Palomino y Federico Siciliano (Jujuy,agosto de 2015).
Abrazo charanguero: Horacio Durán (Inti Illimani, Chile) y Jaime. Casa del Tantanakuy, agosto de 2015.
Jaime nos recuerda que hemos heredado el "Tantanakuy". ¿Qué haremos compañeritos con semejante legado?
JAIME DE ENTRECASA
Ricardo Acebal y Elba Boffo.
Jaime con el cantor chamamecero Jorge Toloza.
Charango en el patio, con Ricardo Acebal y Eduardo Barneix.
Si desea escuchar a Jaime Torres, haga click aquí:
Audio de la nota 1: Jaime Torres Chaypi charangueando.
Audio de la nota 2: Tramo de conversación con Ricardo
Acebal y "Santa Cruz" (Calvimonte) por Ariel Ramírez y Jaime Torres.