Desde 1580 (cuando sucedió
la fundación de Buenos Aires por Juan de Garay) hasta el actual 2018, el despojo,
el desprecio y la muerte de los marginados por hambre y educación, con la
complicidad actual del "silencio
informativo" por parte de los llamados "grandes medios" son parte de la
realidad de todos los días en lo que se refiere al drama que vive una
importante zona del Gran Buenos Aires.
El reciente asesinato del
militante Rodolfo Orellana,
absolutamente minimizado por esa gran prensa, nos interpela una vez más acerca
de qué clase de democracia nos rige, ya
que ésta legitima con sus leyes (que tienen como punto de partida los artículos
de una Constitución Nacional obsoleta) una división muy clara entre "cultos y
civilizados" por un lado y "salvajes", o sea indios, inmigrantes, negros de m.,
etc., por el otro.
¿Porqué menciono como
fundación de Buenos Aires a la de 1580 y no digo lo mismo de la de Pedro de
Mendoza en 1536? Pues porque en realidad el "Puerto de Santa María del Buen
Aire" nunca llegó a ser una ciudad. No pasó más allá de ser un caserío
fortificado con un muy elemental puerto.
Además su existencia
terminó cuando los "salvajes" de aquél entonces, los kerandí (o querandíes)
aliados con guaraníes y charrúas decidieron que no querían ser "súbditos"
(¡esclavos bah!) del "amado rey" de
España y echaron de estas tierras a Mendoza y los suyos a bolazo limpio y
flechazos incendiarios.
Esto sucedió docientos
años antes del grito de Libertad que el respetabilísimo Túpac Amaru diera en el
Alto Perú.
Esta demostración concluyente de dignísima defensa del
territorio propio por parte de nuestros indios, a menos de cincuenta años del
famoso "descubrimiento" de Don Cristóbal en 1492, que yo sepa nunca fue
celebrado "oficialmente" en nuestras escuelas como el "primer grito de
Independencia de los americanos".
¿Se va entendiendo el
significado de "muerte e invisibilización" en el título de esta nota?
Ricardo
Luis Acebal.
LAS NOTAS DE "PÁGINA 12":
LUGAR SAGRADO ORIGINARIO Y POSIBLE CEMENTERIO
CLANDESTINO
Un sitio de la memoria
El sitio "Tres Ombúes" hoy, devastado por mafiosos que hacen un negocio similar inmobiliario al que hacen sus "colegas porteños",a quienes el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires les "vendió" 150.000 metros cuadrados de tierras fiscales.Foto "Página 12"
"Lo que tratamos de hacer
es dar voz a aquellos hermanos que no están de los pueblo originarios. De los
Querandíes no quedó nada, fueron destruídos, matados. Acá, en este espacio que
estamos defendiendo", dijo Delia Claros,
de la colectividad Kolla Quechua e integrante del
Colectivo Tres Ombúes
. La
organización es conformada por mapuches, qom, kollas, guaraní, vecinos,
docentes, ambientalistas, arquitectos y un largo etcétera. Lo que se busca es
preservar el sitio arqueológico y defender su valor simbólico y su poder para
sostener la memoria de numerosas comunidades que tienen sus raíces en aquellos
primeros pobladores.
Claros explica que "después de la fundación de Buenos Aires en
1536, con la batalla de Corpus Christi y la matanza del pueblo querandí en
1586, que dio nombre al Río Matanza, que quedó rojo, los que sobrevivieron
fueron esclavizados. De ahí, esto se transformó en un sitio sagrado, porque es
un cementerio querandí".
Si bien los querandíes
eran un pueblo nómade, "lo que muestra que estuvieron en este sitio son los
trabajos realizados por varios historiadores, en particular por Pedro Campomar Rotger (Los Querandíes, aborígenes de nuestra región, 1536-1583)
, un
investigador que hoy tiene 93 años y viajó a España a averiguar cómo sucedieron
los hechos. Y como los conquistadores eran "prolijos", tenían un hombre que se
encargaba de ir registrando las batallas. Por eso está cómo mataron,
destruyeron y quemaron a los pueblos originarios".
En el sitio Tres Ombúes,
los integrantes del colectivo realizaban ceremonias ancestrales con el
calendario de los pueblos originarios. Ahí se celebraban los ritos de La Chakana (o Cruz del Sur), el Kapaj Raymy en honor al dios Sol y el Inti Raimy, hasta que les impidieron el
ingreso y trasladaron los rituales a la plazoleta Tres Ombúes, sobre la
Autopista Ricchieri y Camino de Cintura. "El 21 de diciembre de 2017 realizamos
la ceremonia Kapaj Raymy, el día más largo, la noche más corta, y nos
tiraron piedras y agredieron a la policía. No nos dejaron entrar nunca más",
contó antes de señalar que "en la urbe son pocos los espacios que nos quedan
para honrar la memoria de nuestros hermanos, en este caso la de los querandíes.
"Hace unos meses pudimos ingresar por el camino de
sirga para hacer un abrazo a los ombúes. Cualquiera que los hubiera visto se
hubiera maravillado del lugar, un reservorio de biodiversidad que destruyeron.
Arrancaron los árboles y arrasaron las lomadas y en esa destrucción los vecinos
dijeron que se encontraron restos óseos, cráneos de bebes, y no de los hermanos
querandíes", señaló. Y advirtió que dieron intervención a organismos de
derechos humanos porque "pensamos que pueden ser de desaparecidos, cerca
estaban los centros clandestinos".
Ahora que no pueden
realizar las ceremonias ancestrales en el sitio, Claros dijo que "la verdad es
que no sé qué duele más, si la destrucción del lugar o que quieran destruir la
memoria de los pueblos originarios. Les pedíamos que lo resguardaran, que el
lugar estuviera señalizado, y no lo hicieron. La destrucción primero y después
la invisibilización. Hoy sigue siendo lo mismo. Están en juego los territorios
en diferentes lugares del país, en tierras que eran de los pueblos originarios
que vivían en armonía y el respeto con la Naturaleza. La vida no es sólo el ser humano sino la biodiversidad entera: la
tierra, el aire, el agua, las plantas, y como no se respeta esta visión se está
destruyendo todo".
A pesar de las topadoras
que devastaron el sitio, la integrante del colectivo sostuvo que "lo vamos a
reconstruir. De eso se trata, de volver a levantarse. Por eso le pedimos a AABE
que delimite y preserve el sector".
Según la militante, los
primeros vecinos que compraron en el lugar fueron engañados, porque no sabían
cuál era la situación. Eso vecinos los ayudan: les pasan información y les
envían videos, pero son constantemente agredidos y amenazados. "No pedimos que
los desalojen sino que nos ayuden, que se delimite y proteja lo que
quedó", agregó Claros.
Tras el nuevo intento de
ocupación y el asesinato de Orellana,
el colectivo se solidarizó con la familia de la víctima, remarcó que el
conflicto "deja en evidencia la
problemática habitacional que existe en la Provincia de Buenos Aires que pudo
haberse evitado si el Estado hubiera actuado en tiempo y forma", y remarcó que
lo sucedido "es un nuevo capítulo de esta campaña de criminalización" que "será
aprovechado por los medios que fogonean esta idea para hacer de la víctima un
victimario".
Para Claros, Tres Ombúes
"tiene que ser un lugar cultural y de memoria de los pueblos originarios, de
acceso público, que las escuelas puedan ir, y que haya un museo para que todas
las piezas sacadas del lugar vuelvan al sitio y los chicos puedan ver cómo
vivían los querandíes y recordarlos".
LA PELEA POR UNA
TIERRA
En las tierras que costaron la vida de un militante esta
semana confluyen especuladores que arrasan, estafadores que venden lotes que no
les pertenecen, guardias privados y desesperados que no tienen dónde vivir.
La represión policial a un
centenar de familias que intentaban tomar terrenos en el sector donde se
asienta el yacimiento arqueológico Tres Ombúes, en la Matanza, terminó con el
asesinato del militante Rodolfo "Ronald"
Orellana, integrante de la Organización Libres del Pueblo. Fue la crónica
de un conflicto anunciado y denunciado por un colectivo de organizaciones que
defienden el sitio, que es considerado un santuario por pueblos originarios.
Como una radiografía de la actualidad, el
conflicto sobre esas tierras entrelaza negocios inmobiliarios privados con las
necesidades de un sector de la población que carece de vivienda y levantó un
barrio en el lugar, los derechos patrimoniales arqueológicos y ambientales de
la sociedad y la reivindicación de los pueblos originarios.
Un sitio ecológico
Es un combo de larga data,
en el que la responsabilidad estatal, nacional, provincial y municipal queda a
la vista, ya que ni resguardan el sitio, ni dan soluciones habitacionales, ni
protegen el patrimonio. Ahora se suma una muerte que pudo evitarse.
El sitio arqueológico Tres
Ombúes, uno de los más importantes de la Cuenca Matanza Riachuelo, está en un
sector que debió quedar incluido en la Reserva Natural Ciudad Evita. Pero hace
tres meses fue arrasado por topadoras en construcciones ilegales que también
están afectando los humedales de la Reserva, pese a las denuncias que habían
realizado ambientalistas y vecinos de la zona porque las tierras fiscales
fueron usurpadas para negocios inmobiliarios.
A mediados de agosto derribaron los tres ombúes
centenarios que se encontraban sobre una lomada en el área entre la Ruta
Provincial 4 y la autopista Ricchieri, cercano al río Matanzas y el Puente 13
en el partido de La Matanza.
Alisaron
el terreno a pesar de encontrarse en un área declarada Lugar Histórico
Municipal (Ordenanza 10.146) y Lugar Histórico Nacional (Decreto 1.110 de
1997), violando la Ley 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y
Paleontológico. El sitio es un yacimiento arqueológico donde los investigadores
encontraron restos de cerámicas de culturas cazadoras recolectoras de la zona,
Es también un lugar de gran valor simbólico para los pueblos originarios,
quienes recuerdan que el sitio era ocupado por la cultura Querandí y un área en
la que realizaban diversas ceremonias hasta que quienes ocupaban las tierra,
que pertenecen a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), las
lotearon, revendieron, y finalmente les impidieron el acceso.
Las construcciones
ilegales avanzaron no sólo sobre el sitio arqueológico sino sobre la Reserva
Natural, un área de humedales con lagunas, espejos de agua permanente y una
vegetación y fauna como parte del ecosistema que ahora se ve afectado por la
tala y los rellenos que arrasan con el pastizal pampeano y la planicie de
inundación.
Una de las vecinas de la
zona, que no quiso dar su nombre porque las amenazas están a la orden del día
en el barrio, explicó que en el área Tres Ombúes el terreno estaba en manos de
una persona que tenía un contrato de guarda con el Estado. Cuando falleció, su
familia loteó y vendió las parcelas para construir viviendas, pese a que el
Estado nacional solicitó el desalojo. Y
en otra área de la Reserva, una fundación religiosa de origen coreano, la Unión
Internacional de Jóvenes, está construyendo a pesar de las clausuras que hizo
la municipalidad, en tierras que pertenecen al Instituto de Vivienda de la
Ciudad (IVC).
Sobre el yacimiento
arqueológico, la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural y el Instituto
Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Inapl), solicitaron la
protección del área, sin resultados, según contó la vecina, que detalló que
había una orden de la justicia de no innovar y una para que la AABE tomara
posesión de los terrenos no construidos.
El criterio judicial para
que el Estado retome los espacios libres de construcción impulsó a quienes
lotearon a levantar casillas precarias a toda velocidad. "Cuando la AABE
intentó ingresar los corrieron a piedrazos, y al municipio no le permitieron el
ingreso. La directora del Museo Histórico Municipal Juan Manuel de Rosas, de
Virrey del Pino, quiso entrar con concejales y también le impidieron la
entrada, explicó la vecina.
El abogado Pablo Ledesma,
que asesora al colectivo Tres Ombúes explicó que el predio extenso que se
conoce como barrio Puente 13 está dividido en tres sectores: A, B y C. La
familia de quien era guarda del terreno cedió derechos a más de 200 personas,
que construyeron sobre el sector B. En el C, donde está el yacimiento, hay
algunas familias, y otras pocas en el A. "Hay dos procesos judiciales: uno de
la AABE por desalojo contra María Isabel Carballo y Rolando Pardo y otro de la
familia Carballo al Estado por usucapión, es decir, reclaman la posesión porque
ocupa desde hace 20 años de mala fe el inmueble. Esta causa tramita en San
Martín. AABE hizo el año pasado la denuncia en el fuero penal de Morón y pidió
el desalojo y una orden de no innovar. Pero el juzgado alegó que no puede
resolver derechos de usucapión ni ordenar el desalojo, pero dictó la cautelar
de no innovar, y remitió a San Martín que es donde se dirime la cuestión de
derechos", detalló el letrado, quien aclaró que AABE pidió la caducidad de la
causa de usucapión y el juez de San Martín la otorgó. Todavía falta ver en qué
términos porque el proceso podría reiniciarse o todos los vecinos perder los
derechos que les cedieron. "Hay una mesa de diálogo y se va a tratar de
encontrar una solución con los vecinos que están censados, del sector B",
aclaró.
Sin embargo,
el jueves a
la madrugada se dio un nuevo intento de ocupación del sector C. "Según nos
contaron los vecinos, hubo un rumor en el barrio de que había tierras libres y
que las iban a tomar. Y eso corrió como reguero, porque es muy fuerte la
demanda habitacional, donde a la gente le cobran 6000 u 8000 pesos por piezas
muy chiquitas. No fue nada organizado ni planificado, y no tenemos detectado de
dónde salió el rumor", explicó Pablo Puebla, compañero de militancia de
Orellana. También advirtió que a los cuatro detenidos durante el desalojo "se
los acusa de usurpación", y señaló que "si en La Matanza acusan de usurpación,
la mitad tendría que estar presa, porque los barrios de acá surgieron así".
El arqueólogo Marcelo Weissel pudo ingresar por
última vez al sitio en 2015, cuando recorrió el espacio con vecinos y "encontró
tres piezas de cerámica que fueron declaradas para que integren el patrimonio
cultural. Hace tres semanas caminamos sobre un humedal, a cien metros del río,
y ahí instalaron viviendas precarias con madera terciada para demostrar que la
zona está ocupada y que no lo saquen, y en un mes y medio cuadruplicaron las
construcciones. Además, como hacen descargas de áridos, eso impacta en la
intensidad y duración de las inundaciones en los barrios de Laferrere y Esteban
Echeverría, porque el agua se encuentra con un freno, en lo que era un
reservorio natural", contó la activista barrial.
El Colectivo Tres Ombúes,
que desde hace varios años venía exigiendo que se proteja el sitio
arqueológico, lo considera un lugar sagrado de la Cultura Querandí, que debe
ser preservado para investigación y docencia, para que los chicos de las
escuelas conozcan la historia de los pueblos que habitaron antes de la llegada
de los españoles, y para que las comunidades originarias realicen sus
ceremonias rituales, como venían haciendo desde hace varios años.
A esa lomada donde estaban los ombúes se habrían
retirado los querandíes, en 1536, tras un primer contacto con la expedición de
Pedro de Mendoza, según el relato de su cronista Ulrico Schmidl y otras fuentes
históricas (ver aparte), aunque los investigadores no se ponen de acuerdo si
las piezas arqueológicas encontradas pertenecían a ese pueblo, y prefieren
hablar de pueblo de cazadores recolectores pampeanos.
"Se habla también de un
cementerio Querandí en ese lugar", contó la vecina, docente retirada, "pero
también nos enteramos que cuando removieron la tierra se vieron huesos humanos
que podrían ser más recientes, por lo que se dio aviso a la Asamblea
Permanente por los Derechos Humanos (APDH) y a la dirección de Derechos Humanos
de la Matanza para ver qué pasos seguir, porque la zona podría ser parte del
circuito de la memoria, ya que está muy cerca los centros clandestinos de
detención El Vesubio y El Banco".
Hace algo más de un mes,
vecinos y el Colectivo Tres Ombúes intentaron llegar al lugar a través del río.
Caminaron por el camino de sirga y fueron
frenados, a pesar de estar acompañados por la policía, por personas ligadas al emprendimiento inmobiliario que siguen
levantando casas
pese a la medida de
no innovar dictada por el Juzgado Federal N° 1 de Morón.
Por otra parte, la docente
explicó que "se instalaron en la zona declarada Reserva Natural una fundación
coreana que está construyendo pese a la clausura que hizo la municipalidad.
Están construyendo en una zona donde no se puede porque el agua del casco
urbano baja hacia ese lugar. Empezaron en 2017, después de un primer intento de
ocupación y un intento del municipio de demoler. Están recibiendo camiones de
áridos y elevando el nivel del suelo, lo que hace que el arroyito y la lagunita
que hay dejen de cumplir su función como purificadores de la napa. Y toda
Ciudad Evita está diseñada para que el agua vaya hacia el área natural que la
rodea. Los inspectores municipales fueron con la policía y no les permitieron
el ingreso, tienen tranqueras y cabina de seguridad y desde ahí impiden el
paso".
La arqueología de Tres Ombúes
El sitio conocido como
Tres Ombúes, cuya denominación es yacimiento Ezeiza III, se conoce desde la
década del 30 del siglo pasado como reservorio arqueológico. El investigador
Florencio Villegas Basavilbaso publicó en 1937 los primeros hallazgos de piezas
de culturas cazadoras recolectoras en lo que se llamó estación Querandí. Tras
un período de casi cuarenta años en que el sitio quedo casi abandonado, en la
década del 80 el arqueólogo Daniel Conlazo rescató nuevas piezas prehispánicas.
Miles de fragmentos de
cerámica y cientos de piedra, y restos óseos fueron levantados del lugar.
Son similares a los encontrados en al Parque Rivera Sur, cerca del cauce
original del Riachuelo. Cerámicas y artefactos de piedra que tienen
características parecidas en ambos lugares, y aunque tienen cierto grado de
contemporaneidad y hasta posible solapamiento, los de Tres Ombúes serían del
año 1000, unos trescientos años anteriores al de Cauce Viejo, el sitio de
excavación arqueológica más antiguo dentro de la ciudad de Buenos Aires. El
arqueólogo Marcelo Weissel, que pudo
ingresar al lugar por última vez en 2015, explicó que el lugar fue un sitio
escuela al que iban los estudiantes de expedición, y un sitio que no se terminó
de estudiar. "En 2008 quisieron poner una planta de residuos del Ceamse y los
vecinos se opusieron. Después se conformó el colectivo Tres Ombúes, y el sitio
fue declarado Patrimonio Arqueológico", explicó el investigador que presentó, a
través del Instituto Nacional de Antropología, una denuncia en Interpol para la
preservación del sitio. "Lo que se preservaba es una superficie más bien chica,
unos 200 metros cuadrados", aunque todo alrededor también forma parte del
yacimiento. Para Weissel, el lugar tiene un valor simbólico, que es el que
reclaman las comunidades actuales, y un posible valor material, ya que la
tierra aún puede guardar piezas de aquellos primeros pobladores de la región
pampeana. Querandíes para algunos, cazadores recolectores para otros.
UN SITIO ECOLÓGICO
Gabriela González Trilla
es bióloga, investigadora del Conicet y especialista
en humedales, y una de las personas que viene trabajando desde hace varios años
para que el área donde se encuentra el yacimiento arqueológico sea incluído
dentro de la Reserva Natural. El sitio quedó excluído cuando en 2015 el Concejo
Deliberante de La Matanza aprobó la Reserva Ciudad Evita, a pesar de que estaba
incluído en el proyecto inicial. "Los humedales prestan una serie de bienes y
servicios ecosistémicos fundamentales. El más reconocido es la amortiguación de
las inundaciones donde los ríos desbordan, porque albergan agua por debajo y
por encima de su sustrato, además de tener plantas que liberan columnas de agua
de contaminantes. El área es planicie de inundación que se viene
rellenando y con esos rellenos desaparecen los bienes y servicios asociados"
explicó la especialista.
"El relleno y las construcciones eliminan el humedal y
la flora y fauna asociada y hay una transformación completa del ambiente, que
ni siquiera se mantiene como ambiente natural, y se pierden funciones como la
fijación de dióxido de carbono y la detoxificación de los contaminantes que
están en el agua, y eso en una zona como la cuenca Matanza Riachuelo es muy
importante
", advirtió. "En este
momento hay un proyecto en la comisión de Medio Ambiente de la Legislatura
provincial para que la zona donde está el
sitio sagrado para los pueblos originarios sea declarado reserva especial,
porque es una reserva urbana, y se subsane el error que se cometió al dejar esa
área afuera de la Reserva en la resolución original", agregó.