"NO
QUERÍA VER UNA IMAGEN DE LA POBREZA QUE SIGA ESTIGMATIZANDO"
por Juan del Río ("Registro Documental")
La
productora Pensar con las manos tuvo un año maratónico. Luego del estreno en
septiembre de Después de Sarmiento, apareció en el BAFICI La larga noche de
Francisco Sanctis que arrasó en la premiación del festival. Poco después, este
film se presentó en Cannes compitiendo en la sección Un Certain Regard. En el
medio, la vida misma: nació Sofi que con 4 meses acompañó a sus padres, Andrea
Testa y Francisco Márquez -realizadores de las películas mencionadas-, al festival
francés.
"Es un
cable a tierra tener el estreno de "Pibe chorro", reflexiona Andrea
Testa sobre la vorágine de los últimos meses. Pibe chorro es una película
completamente distinta a La larga noche, desde su forma de producción hasta el
hecho de no haber quedado en ningún festival. Ahí es cuando uno piensa cómo es
el mundo del cine en ese espacio de legitimación", continúa la directora
con sus pensamientos.
Durante los
78 minutos de Pibe chorro, Testa invita
al espectador a hacerse una serie de preguntas en torno a los sectores
marginados de la sociedad: ¿Cómo vivir cuando las condiciones de vida son
precarias? ¿Cómo comprar los últimos productos que promocionan grandes carteles
de publicidad cuando apenas se tiene para comer?
Mecha Martínez cuenta su relación con Gaby en una entrevista que atraviesa la pantalla.
Mecha Martínez cuenta su relación con Gaby en una entrevista que
atraviesa la pantalla.
Los personajes van variando pero uno
ocupa el centro de la escena. Gabriel, un chico del barrio 22 de enero
de
La Matanza,
murió al recibir dos disparos. Ese episodio es narrado en
el film mediante Mecha Martínez, una referente del barrio y
militante de la agrupación Cuba-MTR, que lo quería como
si fuese su hijo.
- ¿Cómo fue el proceso de gestación?
- Primero, me
acerqué a Andrea Perner que es trabajadora social y forma parte del Colectivo
Hombre Nuevo. Ella nos introdujo en el barrio donde la Cuba-MTR tiene trabajo
de base. Así nos fuimos acercando a los chicos y pensamos que la película iba a
hacer un seguimiento del trabajo cultural de los pibes que querían pintar un
mural. Después pasa esto con Gaby y ahí dimos todo un vuelco: el proyecto que
teníamos se disuelve, al igual que el grupo de pibes, y entonces nos
preguntábamos qué hacer, si seguíamos o no. A la vez, el hecho fue muy
traumático, muy fuerte.
- Si bien Mecha describe a Gaby en la
película, ¿vos podrías aportar algo más? ¿Cómo era?
- Sí, parece escrito de guión pero era el que nunca faltaba. Los grupos siempre
van cambiando, hay personas que se quedan y otras que se van. Gaby era de esos
que iban siempre. Y era el que siempre quería agarrar la cámara. Por eso fue
también muy fuerte...justo él... De hecho nunca me voy a olvidar el día que Gloria,
una de las compañeras, me llama y me dice: "A Gaby le pegaron dos tiros". Yo no
lo podía entender, le decía: "¿pero cómo está internado?" No lo podía entender.
Fue muy duro. Pero...teníamos que seguir. Tardé en entender qué era lo que
significaba todo esto.
- ¿Cómo seguir después de lo que pasó?
- Muchas
veces me pregunté qué hago con esta película, por qué estoy haciendo una
película sobre esto, con esta realidad. Terminaba muy angustiada. Pero creía
que había que seguir. En la gestación de la
película seguíamos a un grupo de pibes que ya no existe, se
desintegró. Entonces, ¿qué voy a hacer? ¿Voy a buscar a otro grupo para
emparchar la ausencia de Gaby? No, tengo que hablar de esa ausencia.
- ¿Por qué decidieron entrevistar
a Mecha?
- Mecha
es la que nos unía a Gaby. Cuando decido que la línea de la película es la
ausencia de Gaby, entendimos que Mecha era la que podía poner voz a lo que pasó
ese día pero también que podía hablar sobre el conflicto que plantea:
¿dónde está la venganza o cómo redimir esto? Ella dice que a Gaby lo mató otro
pibe atravesado por más dolor que él. Lo que me interesaba de Mecha
era ver cómo pedía justicia, no de una manera tradicional como sinónimo de
venganza. Su concepción de justicia estaba en otro lado. Para mí esa línea
de comprender la problemática me parece necesaria que esté en la pantalla.
- No habrá sido fácil plantear una
entrevista signada por el dolor: ¿cómo fue ese proceso?
- Con Mecha hice un lazo muy fuerte y creo que eso fue lo que permitió hacer la
entrevista. Ella ya me había contado la historia y yo quería que esté en la
película. Así que acordé con ella y entendió que era necesario que esté su
palabra. Sintió que era un homenaje a Gaby.
- ¿Qué cuidados tomaste para hacer esa
entrevista?
- Éramos pocos adentro de la habitación para cuidar el espacio y los que
estábamos sabíamos de qué se iba a hablar. Hablé cómo iban a ser los planos con
Fede Lastra (DF) y me fui al lado de Mecha para estar cerca, acompañarla.
Fue muy fuerte, en un momento le pregunto si quiere seguir. Hay que entender
los límites de la ética del cine, ella podía contar todo de la manera que
quiera, yo no le iba a repreguntar incisivamente sobre algo. Mecha sabía lo que
yo sentía que era necesario para la película. Por suerte, ahí hubo un vínculo
de confianza muy fuerte para que se largue a contar y a describir ese día. Y
creo que lo hizo porque se sintió contenida por nosotros. Además, Mecha
entendió que iba a ser un material cuidado, de hecho casi que no hay cortes.
El dramaturgo Vicente Zito Lema aporta sus poesías y todo el peso de su voz en el film.
El dramaturgo Vicente Zito Lema aporta sus poesías y todo el peso de su
voz en el film.
- ¿Cómo concebís la película?
- Siempre la
pensamos como una forma de profundizar nuestro compromiso y
responsabilidad sobre el tema. Y la idea era abordarlo crudamente. Vicente Zito
Lema nos insistía en que no tenemos que ocultar la verdad: si hay muerte y hay
violencia, tenemos que poder verla para, a partir de esas ruinas, pensar
la transformación. Por eso la película es muy cruenta pero nunca la pensamos
como derrotista. Es difícil pero está ese nacimiento para decirnos "¿qué vamos
a construir para esos niños que nacen?".
- En cuanto a la realización del film,
¿cuáles fueron las principales decisiones que tomaste?
- Una de
las ideas primeras fue hacer como un identikit del pibe chorro. Y hablando
con Fede Lastra dijimos de hacer una película de primeros planos. Por otro
lado, a veces, la pienso como una película mentirosa: uno ve que se
llama Pibe chorro y piensa que se va a mostrar a los pibes. Y justamente
no, se ve lo contrario. Eso es una decisión conciente. No hay ninguna
imagen de lo que se cree que es la pobreza. Quería romper con esa imagen de "pibe chorro". Cuando está la escena de la pantalla en negro todos se hacen la
imagen en la cabeza de cómo son esos chicos. Entonces, ¿cómo dejar de verlos?
¿Cómo ver un rostro distinto? No quería ver esa imagen de la pobreza porque eso
sigue estigmatizando, marginando.
- Otro de los temas que tocás con Pibe
chorro es la violencia institucional. ¿Cuáles fueron las primeras
cosas que descubriste cuando abordaste esta problemática?
- Lo primero que te das cuenta es que hay pibes que pasaron toda su vida
encerrados. Desde chiquititos, cuando entran en hogares, después pasan a
institutos de menores que ya son cárceles, y de grandes ese círculo se va
agrandando. Cuando hablás con Gustavo Gallo (abogado defensor de niños,
niñas y adolescentes) sobre los casos que conoció en su carrera,
cuenta que a muchos los vio crecer en este sistema de encierro y que
no pueden salir de ahí.
- Aparte de las que ya mencionamos,
¿qué otra escena destacás?
- Hay una que, quizás, se pierde un poco. Me refiero a cuando
entrevisto a un pibe que se acerca en la calle Florida y quiere dar su
testimonio. En esa entrevista dice que "Buenos Aires está muy linda pero para
los que tienen para comer, para los que viven bien". Y yo le pregunto: "¿y qué
les dirías a esas personas?". "No, no les diría nada, son personas como yo", me
responde. Nos la pasamos hablando sobre cómo deberían ser ellos, queremos
imprimirles mandatos como "no hay que robar", y él no
mostró ningún tipo de rencor. Esa respuesta, para mí, está dentro de
las 5 mejores líneas de la película.
CINE GAUMONT
(frente a Plaza Congreso, Buenos Aires) todos los días, 17 hs.
Andrea Testa