EL HOMBRE VIENE DESDE MUY LEJOS
quebrando cántaros
y barriendo de la faz de la tierra
todita la arcilla
para lanzarse luego
a las honduras cósmicas
a buscar arcilla
para hacer un cántaro
Eso dice el paisano
pampeano José Secco, a propósito del título de uno de sus libros escritos (y
dibujados) "a purita mano", con una
birome quizá de la misma marca que el inolvidable patagónico Néstor usaba para
firmar decretos presidenciales y a lo mejor también para comunicarle al FMI que
el gobierno argentino había decidido pagarle lo que se le debía, la denominada
"deuda externa".
José se permite dudar si "estas páginas tendrán algo que ver con la
literatura…"
Y sigue diciendo: "Son solamente ideas, pensamientos,
sentimientos volcados en los trazos de un papel, que vacío me pareció muy
blanco, me trajo a la memoria un campo sin labrar…"
Lo que aquí le estamos
comentando es, como expresamos más arriba, uno de los varios ¿libros?
¿cuadernos? ¿revistas? de este hombre de Realicó que dedica su tiempo a
trabajar una cantidad de horas diarias como mecánico en la municipalidad de su
pueblo natal y otra cantidad de horas a comunicarse con el mundo a través de
sus poemas y dibujos impresos "a bolilla".
Si desea conocer más sobre
su obra y reunirse con alguno de sus materiales editados
jssecco14@gmail.com y facebook:
Jose Secco
Ricardo
Luis Acebal
De puño y letra
LA TRASLACIÓN DEL HOMBRE
(El caminante de la eterna búsqueda)
Todo empezó allá lejos,
cuando la incipiente criatura humana comenzó a andar erguida.
Ya no necesitó las manos
para andar y le quedaron libres para hacer, quizás el primer cuenco que utilizó
para beber. Fueron sus manos…
…después se hizo alfarero
abrió la tierra en surcos
plantó el primer viñedo
bebió el áspero vino
sobre el trigal del tiempo
entre dos piedras grises
elaboró su harina
y compartió los panes
debajo de un alero.
Todo tiene un origen
un instante supremo
el trabajar del hombre
nació hace tanto iempo
que ya nadie recuerda
el mágico momento.
Aún sigue el caminante
eterno
sembrando y cosechando
la vida nos arrastra
empuja sin remedio
es que el trabajo digno
lo vuelve al hombre bueno.
PAMPEANÍAS
En esas tardes, cuando el
sol desdibuja a puro reverbero el talud soledoso de las bardas, los viejos
bañados del Atuel se apergaminan memoriosos de un ayer de juncos y totoras, una
ventolera eleva sus ojos de arena al infinito, por mirar nomás donde está el
río.
Y… no sé, dicen que
escribirle a la tierra de uno es como quedarse en el pasado, que eso ya no se
estila, que es viejo, que ya no existe tierra de uno, pero…
Cuando veo el sol con su
brújula de fuego marcar un rumbo para el Este, dibujando un flamenco con las
alas abiertas a ras del horizonte y el silbo de la perdiz trepa en el viento
como una canción de tímida ternura, el lápiz se me cae sobre los trazos y
desangra en versos su corazón de tinta.
Es mi tierra,
no importa si me quedé en
el tiempo
pero siento su pólen sobre
la flor de mi alma
y el canto del chingolo
anticipar el viento
desde la honda penumbra
del crepúsculo
y estos cielos tan largos
que no caben ni en el
álbum de la desmesura
los siento tan mios
como aquel sendero entre
los cardos
donde dejé mi huella
cuando niño.
No sé de modernismos pero
sí de raíces
y muchísimo más de
desarraigos.
José Secco muestra una punta de flecha, hallada por él andando esos campos
(Foto: Ricardo Acebal)
"Dicen los que saben, que la guitarra es un hechizo de cuerdas y madera
"
Caldén centenario, preservado como monumento natural (Foto: Ricardo Acebal)
José Secco (Foto: Ricardo Acebal)
¿MEDIO POETA O POETA Y MEDIO?
José Secco remitió esta belleza
firmando como "medio poeta pampeano":
PACHAMAMA
Esa
luz que cae tras las montañas
resaltando
del cóndor la silueta
es
el rostro ardido de la pacha,
rubor
arisco de la madre tierra;
amor
azul perdido en la galaxia
amamantando
sus hijos y sus piedras,
hombre,vicuña,
cardón, águila y llama,
trigo,sal,maíz
arcilla y greda,
árbol,reptil,insectos
y calandrias,
tigre,león,
y cuantas razas quiera
Un
charango de luna caparazón de escarcha
los
amautas del viento con sus quenas,
inventan
la canción para que el alma,
retoce
libremente por la tierra
flote
sobre la luz pura del agua,
buscando
su hermandad con las estrellas.
Oh,
la Pacha, la madre incomprendida,
no
sabemos los hijos de tu pena
tomamos
los diamantes de tus lágrimas
para
reflejar la vanidad que encierra
el
viejo corazón que tus entrañas
engendraron
un dia entre la arena
donde
las olas del mar, igual que ahora,
venían
a morir en tu regazo,
para
que otra vida dar a luz pudieras.
Ay,
Pachamama, me duelen los olvidos
y
admiro la virtud de tu paciencia,
eres
madre y como tal soportas
que
tus hijos te golpeen sin tregua
se
hundan en tus huesos milenarios
trituren
la savia de tu médula
y
te quemen la piel sin miramientos
en
el fragor inútil de la guerra.
Eres
madre Pachita y nos aguantas,
moriremos
contigo, cuando mueras.......
,,,,,,,,,,,...j
secco.........................medio poeta pampeano...11 8 2015