"Lo nacional es lo universal visto por nosotros" -
Arturo Jauretche
La fórmula de la dominación se
resumía de esta manera: no desarrollar industrias para evitar competir con los
dominadores; producir sólo materias primas pagando salarios bajos para abaratar
los consumos de los países centrales; entregarles riquezas naturales a precios
ínfimos; endeudarse a intereses usurarios; carecer de barcos para las
exportaciones; desarrollar sólo las regiones del país que benefician "sus"
intereses (…); y exaltar a los pensadores nativos que difunden un "complejo de
inferioridad" (la abulia latinoamericana, el desorden de los países
tercermundistas, la inferioridad racial, etc.).
Pensar en nacional no consiste en
rechazar los progresos científicos o artísticos originados en otros países,
sino en distinguir aquellos que son beneficiosos para nuestro pueblo; y
rechazar los que conducen a la explotación, el saqueo y nos sumergen en el
atraso. Subordinar los progresos que el hombre realiza en cualquier lugar del
planeta a nuestra propia realidad y necesidades. En suma, pensar en función de
las experiencias y problemas propios del país donde se actúa y se lucha para
que las mayorías populares vivan mejor.
Pensamiento Nacional para Principiantes
sigue el derrotero de estas ideas e
ideales a lo largo de la historia argentina y de quienes, como Jauretche , Scalabrini Ortiz, Hernández
Arregui y tantos otros fervientes defensores de lo nuestro, le pusieron el
cuerpo a esa conciencia y a ese compromiso.
-fragmentos del prólogo escrito por Norberto Galasso .
Acaba de aparecer
PENSAMIENTO NACIONAL PARA PRINCIPIANTES
. Un libro para pensar y reflexionar y sobre todo para debatir. El derrotero de las ideas nacionales y la puja con los intereses imperialistas a lo largo de 200 años. Moreno, Artigas, los caudillos, Manuel Ugarte, Jauretche, Scalabrini Ortiz, Hernandez Arregui, Aurelio Narvaja, el colorado Ramos, Fermín Chavez, Rodolfo Walsh, la resistencia peronista, el movimiento montonero, las renacidas democracias, los líderes latinoamericanos de las últimas décadas… Soy el autor de este desafío en el que colaboran
Fabián Mezquita
como ilustrador y con la supervisión y prólogo del maestro
Norberto Galasso
. En las mejores librerías y en las otras también. Y por supuesto, en la Feria del Libro.
Nerio Tello
Principiantes del Pensamiento Nacional
por
Carlos Semorile
Ayer se presentó en la
Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el libro "Pensamiento Nacional para
Principiantes", escrito por Nerio Tello e ilustrado por Fabián Mezquita.
"Pensar en argentino", es el título de las breves palabras introductorias que
escribió a modo de prólogo Norberto Galasso, quien además hizo una atenta
lectura del material de Tello y fue el orador de fondo de la noche. "Hubiese
querido tener este libro cuando tenía veinte años -señaló Galasso-: me hubiera
evitado muchos dolores de cabeza porque la gente de mi generación tuvimos que
desaprender muchas cosas para comprender el mundo en el que estábamos
viviendo". A lo largo de su exposición, Galasso refirió algunos episodios de su
propia vida para ilustrar con hechos, y no con teorías, esas dificultades del
"desaprender" para poder "comprender el mundo".
Contó, por ejemplo, que en
su familia materna había varias maestras y maestros, e inclusive directores de
escuela, todos ellos antiperonistas. El único peronista de la casa era su
padre, de origen humilde y relojero de oficio. Cuando Galasso sintió las
primeras inquietudes políticas fue a consultar a sus tíos maternos porque,
siendo "los de delantal", eran los representantes de la civilización frente a
la barbarie. Ellos le dieron a leer unos volúmenes de la Pequeña Biblioteca
Socialista, libros que, al decir de Galasso, "parecían escritos por Hermes
Binner: un socialismo superficial, de palabra, que en los hechos se oponía a
los movimientos populares". Pero el joven Norberto creyó en lo que decían los
libros y fue a conversar con un operario de la fábrica Royal para pedirle le
presentase a "obreros socialistas". "Acá no tenemos de esa mercadería: son
todos peronistas", y más tarde le explicó que "si bien los libros no muerden,
algunos son perjudiciales". Otra noche, allá por el año `56, Galasso fue
invitado a sumarse a una mesa del café de su barrio donde se discutía de política.
La voz cantante la llevaba un furibundo anti peronista, hasta que un miembro de
la resistencia lo cortó diciendo: "Che, pero usted miente como un diario". "Fue
la primera vez en mi vida que yo tomé conciencia de lo que era la libertad de
prensa", remató Galasso.
Recordó también los quince
días que su maestra de cuarto grado les estuvo enseñando el recorrido de tres
ríos que corren paralelos en Siberia, y que años más tarde aún podía dibujarlos
en un mapa. Sin embargo, no supo aconsejar bien a un cliente que arrendó un
local sobre la Avenida Juan B. Justo, un alquiler en apariencia sumamente
ventajoso. Pero ni él ni su cliente, que seguramente también podía ubicar ríos
asiáticos, sabían que por debajo de la aquella avenida corre el arroyo Maldonado:
la primera crecida casi arruinó el negocio.
Tiempo antes, cuando
estaba a punto de recibirse de contador, Galasso fue a escuchar una conferencia
que Jauretche daba por Plaza Italia. En esa charla, Jauretche contó que en la
época de FORJA le preguntaron cómo era posible que se afirmara que en el país
llovía riqueza si todos andaban "secos". Jauretche contestó que seguramente se
debía a que la Argentina estaba techada, y que ese techo que la cubría por
completo "tenía dos canaletas que se llevan el agua a Londres y Nueva York, y
que eso deberían enseñarlo en la Facultad de Ciencias Económicas: eso se llama
imperialismo. Y deberían enseñar también que Perón no pudo quitar todo el
techo, no tuvo tiempo para hacerlo, pero le hizo un agujero grande y por eso ahora
nos mojamos; y eso se llama redistribución del ingreso". Agregó Galasso: "Yo
salí de allí con la convicción de que hacía seis años que estaba en la Facultad
verdaderamente sin sentido, porque lo elemental lo aprendí esa noche".
Dijo más cosas anoche
Galasso: contó de la charla que tuvo con Jaureteche acerca del divorcio y en la
que don Arturo lo desasnó sobre el país profundo donde el problema de los
trabajadores golondrinas es poder llegar a casarse y no divorciarse; rescató a
San Martín y sobre todo a Mariano Moreno entre los primeros representantes de
un Pensamiento Nacional; y con su modo sereno y afable (aunque con estocadas de
fina ironía), insistió muchas veces en la necesidad imperiosa de apoyar estos
procesos de transformación que no son perfectos, ni mucho menos, pero son lo
mejor que tenemos.
Como cierre de la
presentación, Jorge Marziali cantó su milonga "Así hablaba Don Jauretche", en
la que presenta lo medular del pensamiento de don Arturo, y de la que
rescatamos los siguientes versos: "La Patria tiene salida, con cultura
nacional, que es todo lo universal, visto con ojos de criollo, sin comerse los
embrollos, del cipayaje local". Algo así habría que hacer con el propio
Galasso, "Así habla Don Norberto", un libro que reúna las ricas experiencias de
su laboriosa vida de investigador y difusor. Porque en este asunto del
Pensamiento Nacional, como involuntariamente dice la colección a la que
pertenece el libro presentado ayer, todos somos principiantes.
Audio de la nota:
"Así hablaba don Jauretche" de y por Jorge Marziali con acompañamiento en guitarra de Pilín Massei