Es motivo de discusión habitual el término
"aborigen" La palabra española "aborigen" no se compone de
"ab" y "origen" como algunos sostienen. Proviene del término
latino "aborigine" que se traduce al español como "desde
el origen".
En el curso de los últimos años se han incrementado
notoriamente (sobre todo en Argentina) las ceremonias de culto a nuestras
diferentes manifestaciones autóctonas de espiritualidad.
En Buenos Aires y Gran Buenos Aires se han reunido en
torno a apachetas grupos de personas que nunca antes le habían dado
trascendencia a estas ceremonias. Puedo mencionar el caso de una escuela de
Lomas de Zamora, la número 29 Martín Miguel de Güemes (Molina Arrotea al 1500)
donde su directora, cuerpo docente y cooperadora celebraron con todo el
alumnado en los turnos mañana y tarde la Corpachada en el patio central. Es muy
destacable el interés y el respeto que demuestran los chicos al hacer las
celebraciones.
Y también los encuentros realizados en Laguna de Rocha,
Partido de Esteban Echeverría, muy cerca del Aeropuerto Internacional Ministro
Pistarini (Ezeiza).
¿Será que la cultura de la depredación con soja
transgénica y minería a cielo abierto y la contaminación desaprensiva con
residuos industriales y desparramo de basura está empezando a preocupar y
cansar a una gran parte de nuestra población?
¿Será que la "espiritualidad neoliberal" que
impone el "éxito" individual a costa de cualquier cosa ya no convence
a casi nadie?
¿Será que efectivamente estamos
viviendo el
"Pachacuti",
que según nuestros ancianos aborígenes es el tiempo del regreso de los
hombres sabios?
Los Querandí
Desde hace miles de años y hasta por lo menos el 1536 en
que fueran visitados por los españoles de don Pedro de Mendoza (como diría un
criollo "los gallegos les cayeron como mala noticia") los querandí
vivían integrados absolutamente a la Naturaleza, de la que se sentían parte
y no dueños. Mantenían cordiales relaciones con sus vecinos chaná timbu,
guaraní, charrúa y otras naciones "originarias" de este lado del
Mundo.
Como en sus conversaciones no figuraban las palabras y
expresiones "vergüenza", "pudor", "temor de Dios"
y otras propias de los "civilizados" y en su historia no había
recuerdo de que alguna vez sus ancestros hubieran matado a sus dioses, su vida
funcionaba armónicamente con la Tierra.
Vivían desnudos, como los otros animales y vegetales de la
Naturaleza y solo se cubrían parcialmente con pieles de animales silvestres
cuando los fríos invernales muy rigurosos los obligaban. Como escribió un fraile
en una carta dirigida a sus superiores: "iban desnudos, como su madre los
parió".
¿Cómo llamarían a "la Tierra" los querandí? No
lo podemos saber porque tanto los primeros "adelantados" (Pedro de
Mendoza y sus amigos) como los segundos (don Juan de Garay y acompañantes,
muchos de los cuales habían nacido en el actual territorio paraguayo) no les
interesó, o quizá no se les permitió tratar de igual a igual a estos
"señores de la Tierra" y de ese modo poder conocer y anotar datos del
idioma que usaban y algo acerca de su espiritualidad.
Hay que recordar que las relaciones cordiales entre los
Querandí y los adelantados de don Mendoza duraron muy poco. Porque este
conquistador, pese a haber sido bien recibido por "los naturales"
enseguida se sintió un rey de estas tierras, respaldando su poder en sus
arcabuces y sus naves ancladas en el "riachuelo de los navíos"
equipadas con cañones.
Pero ¡oh sorpresa! para los enviados de su majestad
española. Cuando estos "indios" se avivaron de que los barbados
púdicamente vestidos de lata los querían reducir a la esclavitud, lejos de
confundirlos con dioses llegados desde el agua y asustarse por verlos montados
sobre esos animales que veían por primera vez (por lo menos con ese
tamaño) y que sus dueños llamaban "caballos", lejos de arredrarse les
hicieron frente. Solo armados con sus arcos y flechas, garrotes y boleadoras
arrojadizas de una sola piedra, los obligaron a encerrarse en el
"fuerte" que quiso ser el comienzo de una ciudad "a la
europea" nombrada como "De la Santísima Trinidad y Puerto de los
Buenos Ayres".
Después y sumados a los mencionados chaná timbu y guaraní
los sitiaron por hambre hasta que estos civilizados temerosos de Dios debieron
escapar protegidos por los cañones de los barcos hasta llegar a ellos y de ahí
"salir como rata por tirante" (o lo que es lo mismo con sus
"naos" por el rio).
Durante estos enfrentamientos y en los que ocurrieron
cuando llegó Garay en 1580 los querandíes sufrieron la muerte de muchos de
ellos. Como su principal asentamiento estaba -según el cronista alemán Ulrico
Schmidl que acompañaba a don Mendoza- a la altura de lo que es hoy Ciudad Evita
y sobre todo en el area extendida entre las proximidades del Puente 13 de la
Autopista Ricchieri y el río Matanza, se bautizó a ese riachuelo de los navíos
precisamente así: Río de la Matanza. Y como si fuera poco, con el tiempo se
bautizó "La Matanza" al partido hoy más densamente poblado del Gran
Buenos Aires.
¿La "Historia oficial" intentó rendir homenaje
así a una masacre de aborígenes realizada por invasores europeos?
Hoy, que ya hemos celebrado el "Bicentenario",
es decir los doscientos años de nuestra Revolución de Mayo, sería bueno revisar
esta parte de nuestra Historia cambiando el nombre del río y del mencionado
partido por "Querandí" en vez de Matanza.
Y enseñar a los chicos de nuestras escuelas que la primera
gran demostración de dignidad y defensa de lo propio en esta parte de América
del Sur fue protagonizada por estos aborígenes que amaban -no temían- las
creaciones de sus dioses, entre las que estaban ellos mismos.
Casi trecientos años después de estos hechos don José de
San Martín se dirigía a sus compatriotas de entonces (¿y porqué no también a
nosotros?) a través de una proclama de 1819:..."nos vestiremos con las
bayetas que nos tejan nuestras mujeres y si no andaremos en pelota como
nuestros paisanos los indios. Seamos libres, lo demás no importa nada".
Muchos descendientes de aquellos querandíes, guaraníes,
mapuches y huarpes formaron parte del Ejército Libertador de San Martín.
Corpachadas con espíritus
¿Cómo llamarían los querandíes a la Tierra? ¿Qué homenajes
le harían? ¿Cómo serían esos ritos y quienes los conducirían?
Después de casi quinientos años de que ellos habitaran
esta muy amplia zona del Gran Buenos Aires, a la vera de la Laguna de Rocha, de
la que ellos obtenían gran parte de su comida (aves, peces, vegetales...) y que
es centro de un enorme humedal cuya existencia es imprescindible para
que se mantenga el equilibrio climático en una gran parte del Gran Buenos Aires
y en toda la Ciudad de Buenos Aires...
En ese humedal cuya existencia está amenazada por la
invasión de empresas a las que solo les interesa obtener urgentes ganancias
aunque destruyan todo equilibrio natural...
En ese sitio conflictivo de nuestro Gran Buenos Aires,
después de casi cinco siglos los espíritus de los querandíes han vuelto por
otra.
Se sintió su presencia los últimos agostos, acompañando la
celebración que los originarios de hoy (aymaras, kechuas, guaraníes, kom-tobas,
etc.) que aún resisten la destrucción étnica iniciada en 1492, realizaron en
ese inmenso sitio verde -aunque ensuciado con basuras varias arrojadas por los
"civilizados" de hoy ¡tan parecidos a aquellos adelantados de Mendoza
de 1536!- las corpachadas en homenaje a la Pachamama, la Madre
Tierra. Bandas de sicus, como la conformada por jóvenes descendientes de
quechuas y aymaras ("Fuerza Joven") pusieron música de la
Tierra a las palabras del aymara Wenceslao Villanueva, de la
guaraní Guarumba, de la señora Beatriz Vera (también
guaraní, habitante del Partido de Esteban Echeverría) y de representantes de
movimientos vecinales que se oponen a la destrucción del humedal y la
instalación de plantas de tratamiento de basura allí y en la zona ubicada entre
Puente 13 y el río Matanza, como Gabriela Yeras.
Estos hechos van a producir cambios importantes. El curso
de los acontecimientos que vienen sucediendo en perjuicio de los pobladores
humildes de la zona y de toda la Naturaleza en su conjunto cambiará
rotundamente su orientación.