REGRESAS SIN PAGAR UN PESO,
GRACIAS A LA INTELIGENCIA,
SENTIDO DE LA DIGNIDAD Y DE LA SOBERANÍA
QUE SUPO PRESERVAR NUESTRA PRESIDENTA,
FRENTE A QUIENES QUERÍAN PAGARLE A LOS FONDOS BUITRES.
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A T U P A T R I A
LA MEDIA VIDA DE NUESTRA LIBERTAD
La primera foto y el texto
que la acompaña, con que adherimos a la Fiesta Nacional celebrada el pasado 9
de enero en Mar del Plata, nos fue enviada por nuestra querida amiga María
García Vinent.
Las que siguen fueron
registradas por quien firma este texto en el Astillero Río Santiago (Provincia
de Buenos Aires, Argentina) el 19 de mayo de 2006 y reflejan el momento en que
salía de dique seco, luego del "mantenimiento de media vida" que se
le realizó en el mismo lugar donde se la comenzó a construir en 1953. El primer
remache en su quilla fue colocado por el entonces Presidente de la Nación
Argentina general Juan Domingo Perón, mientras cumplía su segundo mandato,
re-elegido democráticamente por el pueblo argentino.
Cuando un grupo de militares
y civiles a quienes ningún ciudadano argentino le dio mandato, en 1955 volteó
sangrientamente al gobierno de Perón, no solo se suspendieron las obras de
construcción de la fragata que estaba destinada a ser escuela de cadetes, sino
que los usurpadores "democráticos" comenzaron a buscar casi con
desesperación aquel remache primero que había introducido el "tirano
depuesto". Los obreros del astillero, previendo que esto podía llegar a
suceder lo habían extraído y se lo llevaron fuera de los talleres,
escondiéndolo alternadamente en distintas casas de Ensenada y Berisso. Los
buscadores se cansaron de allanar viviendas y revolver por cuanto lugar se les
ocurrió para que apareciera el famoso "remache de Perón". Pero nunca
lo hallaron. Parece pequeño el triunfo de nuestros compañeros trabajadores, que
sufrían despidos, carcel y torturas por seguir reivindicando al peronismo, que
los fusiladores pretendían borrar de la memoria nacional.
Pero se agiganta en el tiempo
porque no fue el único combate ganado por los trabajadores en su lucha por
mantener su identidad nacional y popular enfrentando a la fuerza brutal de la
antipatria. ¡Patria sí, colonia no! se empezó a oir en todo rincón donde se
peleara para defender la dignidad popular avasallada por una minoría
entregadora del patrimonio nacional.
Durante la recepción de la
Fragata Libertad, el 9 de enero de 2013, volvió a escucharse ¡Patria sí,
colonia no! Hasta el remache número uno la gritaba.
Ricardo Luis Acebal.